Top Posts
Sindicato magisterial MUTEV inicia movilizaciones en Veracruz
Asesinan a Crisóforo Cresencio, estudiante de la UPN...
El juego de pelota Anahuaka (2)
UNA REVUELTA ADOLESCENTE EN MORELOS
PERÚ: LOS PUEBLOS INDÍGENAS SOSTIENEN LUCHA CONTRA LA...
El Ártico: el último pivote de Eurasia
EL DOMINIO DE LA COMUNICACIÓN Y LA LUCHA...
El Parlamento sueco aprobó su ingreso a la...
SILICON VALLEY: ¿CRISIS FINANCIERA MUNDIAL O GUERRA FINANCIERA?
Francia: semana intensa tras el rechazo de las...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Espacio principalEspacio secundario

Ni contigo ni sin ti

por La Redacción octubre 7, 2017
octubre 7, 2017
Veces que se ha leído este Artículo: 82

Por: Juan Villoro. Reforma. 07/10/2017

«Todo país, de alguna forma, deja de existir alguna vez», escribió Roberto Bolaño. Ignoro si pensó que la frase se aplicaría a España y Cataluña, donde pasó buena parte de su vida.

Escribo desde Barcelona, donde llegué el emblemático 2 de octubre, un día después de que la Guardia Civil reprimiera a la población que pretendía votar en el referéndum. «Es la guerra de las derechas», me dijo el crítico Ignacio Echevarría. El neofranquismo de Mariano Rajoy contra el nacionalismo reductor de Carles Puigdemont. En medio de estos polos hay una franja que piensa de muchas maneras diferentes, pero en este momento la duda y el matiz no gozan de privilegios.

Durante años mis amigos independentistas dieron la impresión de actuar con el astuto encanto de quienes desean separarse de España a condición de no lograrlo.

El tenso equilibrio entre dos culturas era parte de la tradición. Se necesita mucho esfuerzo para vulnerar la costumbre y dos líderes ínfimos, Puigdemont y Rajoy, lo han logrado. «Un fracaso no se improvisa», apuntó Joan Fuster.

Después de empeorar las condiciones de salud, empleo y educación, el govern catalán encontró un remedio de fantasía para su inoperancia: proponer otro país. No especificó cómo sería esa nación ni cuáles serán los costos para fundarla. La nueva patria apareció como una promesa de felicidad, un sentimiento que no admite otro análisis que los latidos del corazón.

Puigdemont ha anunciado que se despedirá al llegar a la tierra prometida, cuando las palomas de la independencia vuelen sobre su estatua sin mancharla. No aspira a gestionar la realidad sino la ilusión. Serán otros los que asuman la tarea de encontrar dinero para pagarles a los jubilados.

¿Cambiar de bandera es cambiar de país? Sin un proyecto social de renovación, Puigdemont apela a las fibras sensibles de sus paisanos, que no estarían tan necesitados de estímulos si no hubieran sido estafados con las negociaciones del Estatut hace pocos años. Cuando las vías legales para la autodeterminación se cerraron, surgió la idea de hacer un referéndum al margen de la Constitución. Hace unos años el independentismo habría fracasado en una votación. Su actual fuerza se debe al proselitismo del govern y a la cerrazón del gobierno del PP, que entiende la unidad de España como un matrimonio donde es preferible matar al cónyuge que separarse de él.

El referéndum propuesto por Puigdemont no era vinculante. Al carecer de consecuencias legales, equivalía a un sondeo. Este ejercicio demagógico, diseñado para distorsionar la voluntad real de los catalanes, merecía ser criticado pero no reprimido. Pero en un giro caricaturesco, Rajoy se convirtió en el paradójico aliado de su adversario: llegó al incendio con un bidón de gasolina. La Guardia Civil reprimió a una población indefensa que quería ejercer el voto y por cada golpe surgió un independentista. Este acto intolerable fue avalado de manera decepcionante por el rey Felipe, quien no tuvo una palabra de simpatía para las víctimas, culpó a Puigdemont de lo ocurrido y actuó como vocero del PP.

¿Qué sigue ahora? ¿La declaración unilateral de independencia y la consecuente ocupación militar de Cataluña? Si no se reconstruye el pacto social, no habrá salida negociada a la crisis. Para lograrlo, es imprescindible que Cataluña pueda decidir su propio destino.

Más allá del placer de estrenar una bandera con el gusto con que se estrena el uniforme del Barça para la nueva temporada, ¿la secesión es buena para Cataluña?

No hay una respuesta posible porque no se discute qué país se quiere. La independencia se presenta como un efecto mágico que hará que todos estén contentos y la butifarra sea más sabrosa. Un país de gente que canta en torno a una fogata. Este entusiasmo pasa por alto que la clase política que ha sido impugnada por corrupción y desprecio a las demandas sociales -la clase incapaz de gobernar este país-, es la que propone otro país.

Hay proyectos muy diferentes dentro de la comunidad catalana. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lleva a cabo transformaciones que el gobierno de la Generalitat es incapaz de hacer. Mientras tanto, dos líderes irresponsables compiten para precipitarse hacia el desastre.

El futuro está en otra parte: ni Rajoy es España ni Puigdemont es Cataluña.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: confidencialcolombia

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Sin brújula
noticia siguiente
Avanza en San Lázaro reforma sobre radio y televisión inspirada en ley de la dictadura chilena: ONGs

También le podría interesar

UNA POLÉMICA / Crítica de Gabriel Fernández al...

mayo 31, 2020

De leche, vacas y vaquerías… hacia la soberanía.

julio 28, 2018

Lo social y lo nacional.

julio 19, 2018

Visitantes en estos momentos:

264 Usuarios En linea
Usuarios: La Redacción, 94 Invitados, 169 Bots

CINE GRATIS EN XALAPA

Unidad de Investigaciones Periodísticas de la UNAM

Para LEER y DIFUNDIR

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
« Feb    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Universidades para el Bienestar Benito Juárez García ¿combatir la marginación y exclusión educativa con prácticas laborales neoliberales?

    marzo 22, 2023
  • 2

    DEL BULLYING AL CRIMEN

    marzo 23, 2023
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 4

    PAOLA, UNA VÍCTIMA DEL PATRIARCADO COMUNITARIO

    marzo 26, 2023
  • 5

    Perdidos, 93% de archivos del Programa «La Escuela es Nuestra»: ASF

    marzo 27, 2023
  • 6

    Antidepresivos y serotonina: el estado actual de la ciencia

    marzo 23, 2023
  • 7

    La sociedad de la decepción

    marzo 23, 2023
  • 8

    Unheimlich: caos y autómata cognitivo

    marzo 23, 2023
  • 9

    ¿Cómo juega el olvido?

    marzo 23, 2023
  • 10

    UNA REVUELTA ADOLESCENTE EN MORELOS

    marzo 28, 2023
  • 11

    La mirada de un autista

    marzo 26, 2023
  • 12

    Cristina Hermida: “Es preciso dar protagonismo a la ética y al diálogo en esta sociedad segmentada y polarizada”

    marzo 23, 2023
  • 13

    Poder y fuga

    marzo 23, 2023
  • 14

    Ciclo de Cine en Xalapa. Entrada GRATUITA

    marzo 24, 2023

Vanesa Monserrat. Argentina

Rolando Revagliatti. Argentina

Juan Antonio Guerrero O. México

Raúl Allain. Perú

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

BIBLIOTECA de ÁBACOenRed

Suscríbete

Acepta recibir notificaciones

@2020 - Insurgencia Magisterial

Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Es la democracia, estúpido.

abril 8, 2018

Embajador de México ante la UNESCO abandona...

octubre 16, 2016

7 razones para preocuparse por la llamada...

febrero 6, 2017