Por: Pedro Miguel. Navegaciones. 12/07/2019
En estos primeros siete meses de la Cuarta Transformación Morena ha sido testigo de lecciones nacionales y mundiales de buen gobierno pero ha asistido también al envilecimiento de algunos de sus cuadros en el poder; muchos de sus militantes han tenido sus primeros contactos con el mundo de la administración pública y han podido constatar algunas de las insuficiencias propias para hacer frente al aparato gubernamental que heredamos: atrofiado, disfuncional y corrompido; y lo han hecho, en la mayoría de los casos, desde una situación de impotencia ante el tamaño de la transformación que se requiere.
Se equivocan, por cierto, quienes creen que tomamos el poder; hemos logrado hasta ahora tomar la Presidencia, pero en el aparato gubernamental libramos contra el viejo régimen una lucha oficina por oficina, escritorio por escritorio, oficio por oficio.