Por: Redvolución. 05/01/2019
EL GRUPO DE LIMA (a excepción de México) Y LA OEA: ¡INJERENCISMO EN VIVO!
Durante los últimos días, el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pompeo estuvo presente en la toma de posesión del Sr. Jair Bolsonaro en Brasil y sostuvo una reunión con el presidente de Colombia Iván Duque. A esto, se le debe sumar la reunión que mantuvo el mandatario en Panamá en septiembre del año 2018 y la reunión que tuvo el presidente Donald Trump durante la cumbre del G20 en Argentina.
Esto no es algo casual. El gobierno de los Estados Unidos sigue agrediendo y promoviendo injerencias sobre países progresistas de América Latina. Los casos más significativos son Nicaragua, Venezuela y Bolivia; y como desde hace 60 años por supuesto Cuba.
Para el caso de Nicaragua, se está utilizando la OEA y a su director general Luis Almagro como ente para fomentar la invasión gringa mediante la supuesta aplicación de la “Carta Democrática Interamericana”. Ante este contexto, el Canciller Denis Moncada mencionó:
“El Secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, convocó al Consejo Permanente de este organismo con el fin ilegal e ilegítimo de aplicar el art.20 de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, interpretando en forma indebida y a la inversa lo que sostiene este artículo, lo que constituye una injerencia abierta que violenta el derecho a la autodeterminación y otros derechos internacionales”.
Adicionalmente, afirmó:
“La Carta Democrática no se puede Aplicar a Nicaragua donde hay un gobierno legítimo, elegido democráticamente en 2016, con más del 70 por ciento de los votos, en elecciones que estuvieron observadas por la OEA y otra cantidad de observadores internacionales.”
El objetivo, la finalidad de este accionar es que se quiere imponer que se continúen discutiendo asuntos internos de Nicaragua, donde no corresponde hacerlo, con la finalidad de avanzar en la agenda expansionista. Almagro se ha convertido en un agente del imperialismo y con esta acción está aplicando un mecanismo diplomático complementario al intento del golpe de Estado en Nicaragua, para dar continuidad al golpismo por vía diplomática, violentando el principio de no injerencia que figura en la carta de la OEA respecto a la soberanía de los Estados.
En el mismo sentido, durante una sesión del autodenominado Grupo de Lima, llevada a cabo el día 4 de enero de 2018, se produjo otro acontecimiento injerencista. Durante esta sesión se emitió un comunicado firmado por representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, en la que llaman “ilegítimo” el período presidencial que iniciará el presidente Nicolás Maduro Moros el próximo jueves 10 de enero.
El canciller Jorge Arreaza calificó como una “humillante subordinación” la reunión realizada por el denominado Grupo de Lima, con excepción de México, con la participación, mediante videollamada, del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Sin embargo, permítanme preguntar: ¿Por qué participa de esta reunión el Secretario de Estado, Mike Pompeo, si en teoría los Estados Unidos no forma parte de este grupo?
Mediante su cuenta de Twitter, el diplomático Jorge Arreaza enfatizó: “Los Gobiernos que integran este Grupo “se reúnen para recibir órdenes de Dondald Trump por intermedio del secretario de Estado, Mike Pompeo. ¡Vaya muestra de humillante subordinación!.”
Ante este escándalo bochornoso, la República Bolivariana de Venezuela emitió un Comunicado publicado en la página web del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela. En este comunicado, Venezuela rechaza la declaración del autodeterminado Grupo de Lima. Adicionalmente informa:
El próximo 10 de enero el presidente Nicolás Maduro tomará posesión para un nuevo período presidencial comprendido entre 2019 y 2025, en perfecta sintonía en tiempo y en forma con lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo cual no requiere la venia de ningún gobierno extranjero.
El mundo ha sido testigo de cómo el pasado 20 de mayo de 2018, en Venezuela se celebraron elecciones presidenciales, con una amplia participación popular contando con la concurrencia de diversos candidatos en representación de un número aún superior de partidos políticos, resultando vencedora la candidatura de Nicolás Maduro Moros, con una margen superior al 67% de los votos válidos emitidos.
Este proceso electoral contó con la presencia de más de doscientos acompañantes nacionales e internacionales y durante su desarrollo fue objeto de dieciséis auditorías públicas que han dado fe de la justeza de sus resultados, sin que consten en las instituciones venezolanas impugnaciones de ninguna naturaleza por parte de los participantes que no resultaron favorecidos por el voto popular…
Como contraparte, el gobierno de México, bajo la dirección del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, decidió no respaldar una declaración de ese foro. Este acto constituye el primer deslinde del nuevo Gobierno Mexicano frente a las posturas que ha asumido el Grupo de Lima, acto que no se había realizado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, donde México había sido uno de los más activos participantes del Grupo de Lima, y que en mayo pasado firmó una declaración en la que el foro integrado por 14 naciones latinoamericanas desconocen las elecciones en las que el Presidente Nicolás Maduro resulto reelecto como presidente de Venezuela.
Con este actuar, y con el supuesto lema de “reforzar compromisos de democracia, educación, prosperidad, seguridad y derechos humanos”, los Estados Unidos y gobiernos títeres de América Latina demuestran un alineamiento y alianza para fomentar su injerencismo y promover invasión sobre Nicaragua, Venezuela, Cuba y Bolivia, violando así la soberanía y la autodeterminación de estos pueblos.
“No se puede confiar en el imperialismo, ni tantico así… ¡Nada!” (Comandante Ernesto Che Guevara)
¡Patria y Libertad!
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Fotografía: Redvolución