Por: Amelia Duarte de la Rosa. Granma. 25/11/2016
Como parte del Programa de Embajadores Culturales y Deportivos del Departamento de Estado de Estados Unidos, que promueve las relaciones entre ambos países, Copeland ha regresado a Cuba para realizar una visita de cuatro días.
Hace seis años Misty Copeland llegó a Cuba por primera vez junto al American Ballet Theatre (ABT) en una histórica visita (era el primer viaje a la Isla de la compañía en 50 años), que acunó la 22 edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana.
En aquel entonces, por la mente de pocos podía pasar la idea de que algún día esa bailarina pequeña y menudita llegaría a ser la primera mujer afroamericana en ascender a la más alta categoría del ABT en los 75 años de historia del prestigioso elenco.
Como parte del Programa de Embajadores Culturales y Deportivos del Departamento de Estado de Estados Unidos, que promueve las relaciones entre ambos países, Copeland ha regresado a Cuba para realizar una visita de cuatro días.
La ahora primera bailarina del ABT sostuvo intercambios, en su primera parada, con estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet y con bailarines del Ballet Nacional de Cuba (BNC).
En la sede del Ballet, Misty se integró a una clase impartida por la profesora Consuelo Domínguez, en el Salón Azul. Con su ropa de ejercicio, sencilla y quizá hasta un poco apenada por los flashes de las cámaras que la perseguían, la artista estadounidense realizó el entrenamiento junto a bailarinas del BNC.
«Estoy muy honrada de estar aquí. Muchas gracias por darme esta oportunidad», expresó, en breves declaraciones a los medios nacionales, luego de culminar la clase.
«Es mi segunda vez en Cuba, pero la primera vez que estoy en una clase rodeada de bailarines cubanos. Se siente la diferencia de estilo: la relación con la música, la fuerza, la técnica y la rapidez del movimiento. Yo no entiendo el español, solo el lenguaje del ballet, estar centrada fue difícil», comentó Copeland, quien tiene previsto para hoy y mañana visitas a las sedes de las compañías Acosta Danza y el Ballet Lizt Alfonso.
Ante la pregunta de sus paradigmas en la danza, la bailarina reveló sentir admiración por bailarines cubanos que han integrado el ABT como Alicia Alonso, José Manuel Carreño, Carlos Acosta y Xiomara Reyes. Además, mencionó entre sus figuras de inspiración a la argentina Paloma Herrera, el español Ángel Corella, la francesa Sylvie Guillem, y las estadounidenses Julie Kent y Gelsey Kirkland.
Por su parte, el historiador del BNC, Miguel Cabrera, agregó que la visita se produce en un momento muy bueno. «El ABT está históricamente unido al Ballet Nacional.
Alicia y Fernando Alonso viajaron a Nueva York para hacerse bailarines profesionales y son fundadores de esa compañía. Siempre hemos tenido un vínculo muy grande con el ballet norteamericano, y un poco de nuestra herencia se tomó de allí, así como de la escuela rusa antigua. Tener a Misty con nosotros es como reeditar un nexo histórico, no hay que hacer ningún esfuerzo, el intercambio entre ambas compañías fluye muy natural».
Nacida en Kansas City en 1982 y criada en California, Misty Copeland tiene un rico mestizaje en sus venas de sangre africana, alemana e italiana. Empezó a bailar relativamente tarde, con 13 años, y se formó en la Escuela de Ballet de San Francisco.
Hace tan solo un año, se convirtió en la única bailarina de raza negra que logra ser primera figura en la principal compañía de ballet de Estados Unidos. El nombramiento se produjo una semana después de su histórico debut como protagonista de El lago de los cisnes. Antes de eso llevaba ocho años como una de las pocas solistas afrodescendientes del ABT.
Fuente: http://www.granma.cu/cultura/2016-11-15/los-lenguajes-comunes-de-la-danza-15-11-2016-22-11-38
Fotografía: granma