Por: Adolfo del Ángel Rodríguez. Columna: La Serpentina. 02/10/2019
Una de las novedades que aparecieron en la fase intensiva de Consejo Técnico Escolar, dentro de la guía que se distribuyó de manea electrónica para tal fin, fueron los nombres y abreviaturas de los mismos en la llama 4ta. Transformación, como lo es La Nueva Escuela Mexicana (NEM), así como lo referido a los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA), y Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC), pero una de las novedades que causó revuelo sin duda alguna fueron las llamadas pausas activas, incluidas en la planeación de las actividades a desarrollar, de las cuales no se hace mayor referencia en cuanto a su utilidad, encontrando que solo en la introducción, en la página 5 de la guía citada, se menciona lo siguiente: “Las actividades están planeadas para cinco días de trabajo, que cada colectivo podrá ajustar de acuerdo con la duración de su jornada escolar. Observarán que, en la estructura de cada sesión, están señaladas pausas activas para que desarrollen una breve activación física, de manera que se permitan vivenciarlas, reconocer su importancia y los beneficios que significan para la salud y el aprendizaje de las NNA.”
Posteriormente se puede acceder a las planeaciones y observar que, efectivamente, las pausas activas se programan cada hora, cuya finalidad, puede intuirse, es que los miembros del colectivo hagan estiramientos o alguna actividad similar durante cinco minutos con la finalidad (también puede intuirse) de que se distraigan un poco de sus ocupaciones, es decir, que se desconecten de lo que hacen por un momento, como si hubieran estado realizando un “trabajo” pesado y del cual hay que tomar un descanso. Asimismo, al final de la guía se anexan una serie de ejercicios para realizarse durante esas pausas, de los cuales llama la atención que en cada uno de ellos se menciona que se realizan en el mismo asiento o cerca de él, comprendiéndose que inmediatamente se pueden integrar a los “trabajos” que se estaban realizando, con la idea de que se retoma el aliento para iniciar con más bríos lo que se estaba haciendo.
Sin embargo, el uso de estas pausas activas dan a entender que se sigue apostando a la transmisión de conocimientos, que se intuye que el maestro es un expositor de contenidos que aburre al alumno, por lo que hay que distraerle un poco para que los “trabajos” sean más llevaderos durante la jornada escolar, quedando de lado la motivación para que se innove dentro del aula, dando por hecho que el alumno sufre dentro de ella; entonces, ¿dónde queda lo novedoso de La Nueva Escuela Mexicana?, ¿Se da por hecho que no importa el manejo de contenidos sino su transmisión?, ¿el papel del maestro sigue siendo el de expositor? Sin duda, el empleo de las pausas activas propuestas (aunque hay que aclarar que aún no hay un plan de estudios por parte de esta administración) sigue la misma tónica de la tecnología educativa: hacer énfasis en la obtención de resultados cuantitativos, en cifras que muestren a corto plazo la efectividad de cierto modelo empleado, por lo que se da prioridad a la producción en términos de cifras.
También llama la atención que al final se muestran las referencias de las pausas activas, mostrando las siguientes:
Guía de Actividad Física Laboral. Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. México, 2011.
• Ejercicios de Gimnasia Cerebral o Mental. Consultado en: http://tugimnasiacerebral.com/ejercicios-de-gimnasia-cerebral/4-ejercicios-degimnasia-cerebralmental-o-brain-gym (17 de julio de 2019).
• Actividad física en los lugares de trabajo. Consultado en: http://www.cdi.salud.gob.mx:8080/BasesCDI/Archivos/Ejerciciofisico/actividad_fisica_TRABAJO.p df (17 de julio de 2019).
Quedando en claro que, como dice Pink Floyd, seguimos siendo un ladrillo más en la pared, quedando un atisbo de que en realidad se pretende mantener en sus lugares a los niños, asimilando aprendizajes para poder traducirse en números que digan que las cosas se están haciendo bien en el ámbito educativo en el corto plazo, privilegiando la didáctica, es decir, importando más cómo se enseña o transmite el conocimiento, que tener un dominio del mismo para poder construirlo de manera significativa.
Para hablar de una NEM hace falta cambiar la terminología empleada hasta ahora, desde dejar de considerar a la escuela un lugar de trabajo hasta poner en el centro los procesos de adquisición del mismo, por lo que comenzar a considerar al docente como el intelectual que es, es apremiante, porque si el docente es apasionado del conocimiento no hará falta tener pausas activas porque esa misma pasión será contagiada a sus alumnos construyendo nuevos aprendizajes que le darán las herramientas necesarias para enfrentarse a la realidad que le rodea.