Por: Tortilla con Sal. 23/01/2019
“Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán” Augusto C. Sandino
La escalada golpista ordenada por el imperio yanqui contra el gobierno sandinista para intentar sacarlo del poder, no ha cesado y utiliza todo tipo de artificio para lograr su objetivo, incluyendo la sucia labor de sus sirvientes de la Organización de Estados Americanos (OEA), acompañada de la poderosa maquinaria mediática nacional e internacional.
La nueva fase conspirativa contra Nicaragua pretende convencer al pueblo nicaragüense y la comunidad internacional que los periodistas son apresados o “huyen” del país ante la supuesta represión gubernamental.
Por su puesto, la pantomima periodística cuenta con plena colaboración de representantes de supuestos “organismos de derechos humanos” que también reciben fondos del imperio yanqui.
Exilio dorado
Es evidente que todos los periodistas “autoexiliados” fueron pagados con dinero extranjero para que unos vivan su original “sueño americano” y otros en naciones vecinas o de otro continente.
Que tengan mucho cuidado los “asilados políticos” con permitir que los gringos los utilicen. Recuerden que el imperio no tiene amigos, sino intereses y el “sueño americano” podría convertírseles a mediano plazo en una pesadilla.
Al inicio de la intentona golpista, ningún comunicador fue amenazado, perseguido, asediado y mucho menos detenido.
Incluso, un grupo de periodistas laboró por años en los medios de comunicación afines al Frente Sandinista y jamás se quejaron de la supuesta represión gubernamental.
Evidentemente estuvieron furtivos confabulando a favor de los golpistas, esperando el momento propicio para desertar, salir del país voluntariamente y automáticamente se declararon “exiliados políticos”.
Claro, estaban cumpliendo el rol que previamente les asignaron los líderes golpistas locales con el propósito de hacer creer a la opinión pública nacional e internacional que los periodistas estaban siendo “víctimas” del gobierno sandinista.
Entre los “periodistas desertores” se encontraban Arnulfo Peralta, Dino Andino, Eveling Lambert y Carlos Mikel Espinoza.
En cambio en los medios golpistas, laboraba Migueliut Sandoval viuda del asesinado periodista Ángel Gahona. A esta muchacha nadie reprimió, persiguió y mucho menos fue expulsada de su patria.
Sandoval, en vez de quedarse en Nicaragua a acompañar el proceso judicial a la espera del esclarecimiento de la muerte de su marido, prefirió viajar a Washington para denunciar y culpar sin pruebas al gobierno de Nicaragua del crimen de Gahona, asesinado de un certero disparo por los propios vándalos del golpismo.
Muy sospechosa la actitud de esa joven “periodista”, pues gracias a su actuación nada profesional durante los días más fuertes del fallido golpe de estado, ahora el gobierno yanqui le otorgó asilo político con generosísimos beneficios que no cualquier “exiliado” obtiene.
Sicarios de la comunicación
Éstos y otros seudo “profesionales” de la comunicación que recientemente abandonaron el país, deberían explicar al pueblo de Nicaragua de dónde obtuvieron recursos para comprar y conseguir visa estadounidense, boletos, pago de hoteles y la manutención de su estadía en el extranjero.
Como asalariados de medios de comunicación, éstos periodistas no contaban con dinero para incurrir en semejantes gastos. ¿Podrán demostrar que no se vendieron como mercenarios?. Lo dudo.
Los únicos dos presos
La declaración universal de derechos humanos establece: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye no ser molestado a causa de sus opiniones, investigar y recibir informaciones y opiniones, y difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Ese principio fundamental sobre derechos humanos, en ninguna parte cita que los periodistas del mundo tenemos inmunidad e impunidad para incitar y promover la violencia, el odio, la matanza de personas o alentar la destrucción de bienes públicos y privados.
¿Por qué en Nicaragua tendría que ser la excepción a esa norma?.
En Nicaragua solamente están detenidos dos periodistas quienes aprovechando su medio televisivo, realizaron una labor demoníaca y con sus transmisiones agitadoras se convirtieron en cooperadores necesarios de los terroristas que estuvieron en los tranques del horror y la muerte.
“Dictadura” tolerante
No es casual que cada vez que los golpistas ejecutaban sus ataques contra militantes sandinistas, policías o quien consideraran “sapo” del gobierno, aparecían por “casualidad” los periodistas de los Canales 10, 12 y 100 Noticias.
De mi memoria, jamás se borrará las horripilantes imágenes que en vivo transmitió Lucía Pineda de 100% Noticias desde uno de los tranques de la muerte exaltando las acciones criminales de los golpistas.
Si realmente hubiese habido represión de comunicadores, no solo Pineda y Miguel Mora estuvieran presos, sino un montón de agitadores profesionales, entre ellos un reportero de canal 10 que orientó a los tranqueros a ocultar las armas de alto calibre que portaban para seguir esgrimiendo el argumento de que los golpistas protestaban “pacíficamente y desarmados”.
Falsedades oligárquicas
Los mal llamados periodistas “independientes” de LA Prensa, HOY, Confidencial, Esta Noche, Esta Semana (Propiedad de la familia Chamorro), El Nuevo Diario, Canal 12, Canal 10, Radio Corporación, continúan “ejerciendo” su labor desinformadora, transmitiendo y difundiendo sus falsas noticias en medio de la “represión” de la “dictadura” de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que les permiten mantener una sistemática campaña de desprestigio.
La familia Chamorro a través de su Fundación Violeta Barrios de Chamorro la principal receptora de recursos para el golpismo, en un cinismo desmedido instrumentalizó el aniversario del asesinado director del diario La Prensa Pedro Joaquín Chamorro para entregar galardones a varios periodistas en un concurso en el que coincidentemente solo ganan sus empleados.
El colmo del descaro de los Chamorro, caracterizados por ser traidores y vende patria, dedicaron su “auto premiación” al periodista Ángel Gahona, asesinado por disparos de los golpistas que ellos respaldaron plenamente.
Paralelamente, el imperio ocupa a sus cancerberos latinoamericanos para tratar de bloquearnos internacionalmente con la aplicación de la Carta Democrática de la OEA redactada para evitar golpes de estado, pero que en el caso de Nicaragua se utiliza para legitimar ese nefasto procedimiento con el propósito de eliminar al gobierno progresista de nuestro país.
En la última y vergonzosa reunión el Consejo Permanente de la OEA, el representante yanqui dio a conocer la renuncia del magistrado del Poder Judicial, Rafael Solís, en un intento por deslegitimar y desprestigiar al gobierno; así como para desmoralizar a las bases sandinistas.
Todo tipo de artimaña ha utilizado el imperio yanqui para botar al gobierno sandinista, incluyendo chantajes, amenazas, halagos y compra de conciencia de funcionarios públicos para que denigren y mientan sobre la gestión de las autoridades nacionales.
Ningún artificio logrará sacar del poder al gobierno del FSLN porque su fortaleza radica en el apoyo de la mayoría del pueblo valiente, digno y trabajador que no permitirá que los yanquis y sus lacayos nacionales, reviertan las conquistas sociales y económicas alcanzadas por la Revolución Popular Sandinista.
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Fotografía: Perú21