Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. 12/04/2019
Como lo habíamos señalado en Cancelar la reforma educativa , el campo está muy revuelto, tupido, confuso; ya no se sabe muy bien de qué se trata y qué va a ocurrir. Por eso no hay que perder el norte, hay que ubicar las dificultades para decidir las acciones, los objetivos y los alcances de las movilizaciones contra el dictamen que presuntamente abroga la reforma de EPN.
¿En qué momento nos encontramos? ¿Cuáles son las condiciones del problema, qué escenarios se vislumbran, cómo actuar? Expondremos todo eso en forma breve y secuencial, casi telegráfica.
- AMLO prometió cancelar la “mal llamada reforma educativa”. Ha mantenido su promesa. El 13 de diciembre de 2018 envió su iniciativa a la Cámara de Diputados.[1]
- No era la única. Antes y después de la suya se presentaron otras Iniciativas para cancelar la reforma educativa en el Congreso de la Unión .
- El 6 de febrero de 2019, las fracciones parlamentarias del PRI, PAN, PRD y MC, presentaron una iniciativa elaborada por académicos de la Red de Educación y Derechos, denominada MMI (Mejora, Mantiene e Innova la iniciativa del presidente).[2]
- Las Cámaras de Diputados y Senadores realizaron jornadas de Parlamento Abierto para escuchar a maestras, dirigentes sindicales, investigadores, académicas, empresarios, comunicadores, padres y madres de familia.
- El 14 de marzo se filtró una versión preliminar del Dictamen de abrogación de la reforma educativa .
- Desde ese momento iniciaron las discusiones en la prensa, las redes sociales y las diversas expresiones sindicales y políticas del magisterio.[3] También reanudaron las movilizaciones de la CNTE, el MMB y otros colectivos para advertir que la denominada abrogación no era tal; que mantenía conceptos, principios y marcos de referencia neoliberales.
- Después de varias semanas de negociaciones, el 27 de marzo las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales aprobaron por una amplia mayoría el Dictamen que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones en materia educativa .
- Ese mismo día La CNTE rechazó el dictamen por considerar que el proyecto peñista sigue vivo. Los maestros cerraron el Congreso; ante los llamados a la represión de políticos, comentaristas y periodistas, AMLO instruye a negociar un dictamen que ya está aprobado.
- A partir de entonces, se suceden una serie de eventos que vuelven cada día mas brumoso e incierto el destino de la reforma.
- Como lo señala el Reglamento de la Cámara de Diputados, una vez aprobado el dictamen tiene que mandarse de inmediato a la Mesa Directiva. Por eso el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, llegó a decir que La reforma educativa se votaría el jueves 28 de marzo.
- Sin embargo, ese mismo día, Mario Delgado, coordinador de MORENA y presidente de la Junta de Coordinación Política, afirmó que La reforma educativa no irá al pleno sin consenso; advirtió también que “si no se dictamina esta nueva reforma educativa, se quedará la aprobada en el gobierno de Enrique Peña Nieto”.
- En ese contexto iniciaron nuevas negociaciones entre la CNTE y el gobierno. La última fue el 5 de abril, coberturada -ese horrendo neologismo magisterial -, por una marcha del zócalo a San Lázaro y el inicio de su V Congreso Nacional Extraordinario.
- El 7 de abril, la maestra Elba Esther Gordillo arreció su activismo en pos de la presidencia del SNTE –one more time– y dijo que La reformita de AMLO no es lo que esperábamos.
- El 8, ante la negativa de la CNTE, el activismo de la maestra y las campañas de los adversarios, el presidente añade varios elementos a la coyuntura: se comunica directamente con los maestros para cumplir su promesa y evitar que los dirigentes saquen raja de las negativas; recuerda que en este gobierno no hay sindicatos o grupos favoritos y que observará elecciones libres en sindicatos democráticos; que si no se llega a un acuerdo entonces verá como se regresa a la situación previa a la reforma de 2013, en una suerte de “amparo retroactivo”; que la reforma cumple lo propuesto, pues elimina la evaluación punitiva y garantiza la prioridad de los normalistas; y que se federalizará la nómina para evitar corruptelas.
- Se formó entonces un escenario con tres rutas posibles:
a) Aprobar el dictamen en el pleno, con las modificaciones posibles, los apoyos de las fuerzas del gobierno y el acuerdo con las fracciones parlamentarias que aprobaron el dictamen.
b) De no llegar a acuerdos, AMLO buscaría una modalidad para regresar al estado de cosas previo a la reforma.
c) De no aprobarse el dictamen, continuaría la reforma de EPN.
- La ruta a). implicaría una ruptura con la CNTE de consecuencias inimaginables por el momento. La estrategia de AMLO es despojar a las dirigencias de su legitimidad política y sindical. Su discurso es muy claro en este asunto, pero no es solamente discurso, también confluyen las denuncias de corrupción de algunos líderes, su intransigencia, tácticas violentas, negociaciones oscuras y declaradas ilegales. De ahí la insistencia presidencial en la federalización de la nómina, el apoyo a normalistas, la nueva carrera profesional, la democracia y la libertad sindical.
- La b). es un camino con tantas dificultades legislativas, procedimentales y políticas que mas bien parece un despropósito; en realidad enmaraña mas el ambiente ( Compañero presidente, usted se equivoca ).
- La c) es un chantaje inadmisible. El dictamen ya está hecho, se cuenta con los votos para aprobarlo, aun en los términos actuales, ¿para qué entonces amagar con eso, cuando hasta Mexicanos Primero y el Pacto por México reloaded tienen intereses en relegitimar la reforma neoliberal?
- Nos encontramos en un típico juego de pulsos. Fuerzas enfrentadas en las calles y en las redes. Juego de póker también: se vale alardear, confundir, chantajear, decir medias verdades y muchas mentiras. Aquí estamos.
- Sin embargo, no hay que olvidar que el dictamen ya está aprobado. Las fuerzas que lo apoyan son muchas. Sabemos muy bien lo que propone, hasta donde llega y cuáles son sus peligros. Por eso nosotros estamos Contra el dictamen . Sin embargo, una cosa es tener una posición y otra ser una fuerza política. Mientras MORENA y sus aliados parlamentarios tienen un dictamen consensado y aceptado: ¿qué quiere la CNTE, en concreto? Se conocen sus discursos y sus posicionamientos, son muy sabidas sus críticas y sus fundamentos; pero ¿cuáles son sus propuestas alternativas de redacción? ¿cómo y por qué modificar, derogar, sustituir, agregar, los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución? ¿Se conocen? ¿Dónde están? ¿Es puro choro o hay algo concreto, una propuesta de reforma constitucional que los maestros y maestras conozcan, hagan suya y estén dispuestas a pelear por ella, como lo hicieron durante los últimos años para abrogar la reforma neoliberal?
- Sería muy provechoso contar con una propuesta detallada de la CNTE. Sería muy bueno conocer su hoja de negociaciones, sus tácticas y propuestas sobre el dictamen, que es lo que en este momento se discute. Hasta la fecha su trayectoria de informes, alcances y beneficios logrados no es muy transparente que digamos. Ya se han hecho muchas criticas a eso, de todos lados, justificadas y no. Por eso hay que aprender y mostrar las cartas puntualmente. Repetimos: el rollo se conoce, las posiciones también, ¿y las propuestas concretas?
- Esta es una diferencia radical entre la incidencia política de la derecha y la de la CNTE.[4] Recordemos a la Coalición Ciudadana por la Educación: presentó diagnósticos, propuestas e incluso una iniciativa de reforma constitucional. La CNTE no: solo el discurso victimista, gremial y muy sobado que conocemos.[5] Lo mismo que su estrategia de Movilización-Negociación-Movilización. Todo eso surtió efecto durante mucho tiempo. Su límite llegó, las sentencias de tribunales ante las negociaciones de los años anteriores, la opacidad y, sobre todo, la diferencia entre un gobierno que reprime y negocia, frente a otro que negocia, no reprime y contesta casi puntualmente las demandas. De ahí la desazón y la poca capacidad de respuesta al dictamen, en términos de iniciativas constitucionales y de movilización.
- El discurso de AMLO, que insiste en que ya no habrá evaluación punitiva, está empezando a afectar la convocatoria de la CNTE. Después de años de estar machacando que la reforma no era educativa y que la evaluación era punitiva, cuando AMLO recoge eso y el dictamen lo traduce jurídicamente ¿quién va a creerle a una dirigencia que durante tanto tiempo dijo lo mismo y ahora cambia su discurso, pero no tiene propuestas concretas que se conviertan en texto constitucional?
- Nos atrevemos a plantear una hipótesis sobre el futuro del dictamen: como no se puede dejar como está, por los riesgos evidentes ya señalados; ni elaborar otra iniciativa que regrese al estado de cosas previo a la reforma de EPN; entonces las negociaciones con la CNTE terminan pronto o sencillamente se queda de lado, frente a una fuerza parlamentaria que, si continua y se cuida, puede aprobar la reforma en un tiempo relativamente corto. Podemos equivocarnos, sin duda, y desearíamos que así fuera, sobre todo si el dictamen que continúa la reforma neoliberal se modifica, pero por desgracia no vemos ni la fuerza conceptual, ni política, ni la movilización que logre hacerlo.
- Ya habrá tiempo para discutir todo esto, sacar lecciones y aprender de los errores cometidos; como lo hacen las fuerzas políticas e intelectuales responsables.[6] La arrogancia de los perdedores nunca es un buen consejo de método, ni para hacer análisis, ni mucho menos para hacer política. ¡A darle!
Referencias
[1] Quien quiera ver sus características puede consultar la serie de 8 artículos que le dedicamos en La reforma educativa de la IV Transformación Nacional .
[2] Nuestro análisis puede consultarse en El regreso del Pacto por México y La otra .
[3] En Cortocircuitos dedicamos una serie de 7 artículos -cargados de rabia- para mostrar las inconsecuencias, riesgos y peligros del nuevo dictamen. Una de las mayores: la diferencia de contenido y estructura con la iniciativa presidencial ( Traiciones, trampas y mentiras en el dictamen ).
[4] También la de los y las intelectuales críticas. Se incluyen, obviamente, a quienes escriben esto, que durante tanto tiempo han mostrado sus habilidades para desmontar los dispositivos neoliberales y llamado a la fuga conceptual y política, pero escasamente se dedican a realizarla y construir otros marcos de referencia. ¡Hay que cambiarnos a nosotras mismas, magisteria revoltosa!
[5] Podría decirse que la iniciativa de Irán Santiago Manuel si lo es, pero es la de un diputado solamente, no es una bandera de lucha, ni una opción para negociar. Al menos que se sepa.
[6] Sobre este punto, recomendamos No pienses en un elefante
Fotografía: cnnenespañol_helgueralajornada