Por: REMEDIOS ZAFRA. 18/02/2022
RESUMEN. “Lo terrorífico del animal de ojos
duros (…) es que ve todo el tiempo” (Derrida).
No extraña que la pregunta por el fin de la intimidad se active en una época de conexión permanente, ojos-pantalla y sobreexposición generalizada. Si las subjetividades modernas se
construyeron mirando a un lugar interior, hoy se
deriva hacia la “exteriorización del yo”. Como
efecto, las personalidades tienden a mercantilizarse y lo privado no se representa, se expone.
En la cultura-red los clásicos ámbitos de relación se diluyen en una esfera público-privada hipervisible, reduciendo a su menor expresión los
tiempos de intimidad y como ciudadanos. Sin
embargo, entre las amenazas para el sujeto humanista la alianza feminista se ve reforzada por
este escenario donde lo personal político puede
ser público y compartido. Las lecturas críticas
señalan una discontinuidad histórica y cultural
en el control sobre la visibilización del ámbito
más personal y privado que oscila entre la voluntad propia de publicar lo íntimo y la presión
del tecnoliberalismo por gestionarla, por dominar el párpado.
LEER EL ARTÍCULO COMPLETO PULSANDO AQUÍ
Fotografía: Isegoria