Por: Norman G. Finkelstein, Byline. 31/03/2021
Amnistía Internacional (AI) es una de las organizaciones de derechos humanos más importantes del
mundo. Sus declaraciones modelan la opinión pública, mientras que los Estados se sienten
obligados si no a tenerle en cuenta, cuando menos a responderle. Un movimiento a favor de la
justicia que aspire a llegar a un público amplio y a influir en la política de Estado no se puede
permitir ignorar a AI si esta se equivoca o cuando lo hace. Esta monografía considera que AI ha
perdido verdaderamente el norte y su objetivo es documentarlo con la esperanza de que AI haga una
corrección o de que sus miembros de base le obliguen a hacerla.
En los últimos años AI ha publicado informes de derechos humanos meticulosamente
documentados y legalmente impecables sobre el conflicto israelo-palestino, por ejemplo Operation
“Cast Lead”: 22 days of death and destruction [Operación Plomo Fundido: 22 días de muerte y
destrucción] [1], una virulenta crítica del ataque de Israel a Gaza en 2008-9. Pero este no ha sido
siempre el caso. Durante muchas décadas esta venerable organización de derechos humanos dio de
hecho carta blanca a Israel para su práctica generalizada de la tortura en los territorios palestinos
ocupados [2]. A juzgar por sus informes publicados después del ataque israelí a Gaza en el verano
de 2014, la Operación Margen Protector, AI está volviendo a sus disculpas anteriores. Para quienes
han llegado a fiarse de AI y citarla como fuente de un correcto informe de derechos humanos esta
evolución es inquietante y profundamente frustrante. El principal objetivo de esta monografía no es
dar cuenta del aparente retroceso de AI, aunque en la conclusión se aventurarán algunas conjeturas
al respecto, sino documentarlo exhaustivamente y centrarse en particular en la acusación global que
hace AI a Hamas [3] en el informe Unlawful and Deadly: Rocket and mortar attacks by Palestinian
armed groups during the 2014 Gaza/Israel conflict [Ilegales y mortales: ataques con cohetes y
mortero de grupos armados palestinos durante el conflicto Gaza/Israel de 2014] [4].
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Fotografía: Agaton – blogger