Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. Insurgencia Magisterial. 9 de enero de 2019
En estos días recientes hemos vivido una serie de situaciones que nos dan mucho que pensar acerca del actuar del nuevo gobierno que rimbombantemente se ha identificado como “La Cuarta Transformación”, mismo que es encabezado como todos sabemos, por el dueño del partido político Morena que se llama Andrés Manuel López Obrador, él a lo largo de cuando menos los 18 años previos al 2018, ha estado presente en el plano político de nuestro país, haciendo campaña para alcanzar el que ha sido no solo su sueño, sino su obsesión: ser presidente de México. Ha contendido por esa investidura en tres ocasiones a lo largo de las cuales, dados los resultados en su contra, se ha atrevido a mandar al diablo “sus instituciones”, hasta a declararse “presidente legítimo” de México; para su fortuna en las pasadas elecciones presidenciales sus acciones culminaron con una avasalladora votación en su favor emitida por alrededor de 30 millones de mexicanos.
Desde los días previos al 1 de diciembre, entre sus acciones se ha destacado su peculiar forma de combatir la corrupción que va desde un “borrón y cuenta nueva” hasta el efectuar una encuesta en la que los mexicanos le dictaminemos si debe cumplir con algunas de sus obligaciones como es el castigar a algunos de aquellos a los que les ha ofrecido una amnistía.
Sucede que esta semana, López Obrador, nos dio la noticia de que para acabar con la corrupción que por años se ha suscitado en la paraestatal Pemex, decidieron suspender el suministro de gasolina cerrando ductos que parten de algunas refinerías, como una forma “de atacar el problema”, lamentablemente según parece tal acción, definitivamente necesaria, me refiero al combate del robo de combustible de Pemex, según parece no fue realizada tomando todas las providencias necesarias, para que ese vital líquido necesario para el movimiento mediante vehículos de combustión interna no solo de personas, sino de muchas cosas, entre ellos alimentos, no se vieran afectados en la cadena de suministro del combustible.
Hoy en día estamos acostumbrados a comunicarnos por redes sociales y uno de los debates es que según se ha dicho, anterior a esta situación, nadie se había preocupado por al menos denunciar lo que ha sucedido en Pemex a lo largo de muchos años.
Por este motivo, deseo compartir con ustedes una de mis columnas escritas en mi primera etapa periodística, en la que con base en una investigación, hice una serie de denuncias relacionadas con la corrupción que imperaba sobre todo en nuestro glorioso estado de Veracruz, en aquel entonces el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, se dio el lujo de confiscar toda la producción del periódico El Gráfico de Xalapa, que es donde se publicaba mi columna, como una medida de que la gente no “me leyera”.
A continuación, quiero transcribir a ustedes la columna que escribí en mayo del 2008, cuando el presidente Felipe Calderón, a quien yo en ese momento bauticé como FeliPillo, estaba realizando algunas acciones tendientes a mejorar el actuar de Pemex.
FINANZAS PERSONALES
¿ES NUESTRO EL PETRÓLEO? (1/2)
14-05-08
Sírvanos dos elementos como antecedente, el primero, lo publicado en esta columna el pasado 3 de mayo del año en curso, en relación a que el Estado de Veracruz, de acuerdo al Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno (INCBG) 2007, emitido por Transparencia Mexicana, ocupa el sexto lugar nacional en lo que a corrupción se refiere.
El segundo antecedente o preámbulo, como quiera usted llamarlo, es que a partir de este cabalístico martes 13 de mayo del presente año, se iniciaron los mal llamados “Foros de Debates sobre la Reforma Energética”; mal llamado debate sobre la reforma energética, en virtud de que se trata de un “debate” sobre la reforma petrolera.
Desgraciadamente en nuestro país la casta política gusta de magnificar este tipo de discusiones dándoles un entorno digamos “universal”, cuando en realidad se trata de un contexto particular, por ejemplo, la reforma hacendaria no fue tal, sino simple y sencillamente la adecuación de un nuevo impuesto, el IETU, y nada más. La reforma educativa, tampoco se ha realizado a la fecha sino tan solo se han hecho algunas adecuaciones.
Lo primero que se me ha venido a la memoria de este tan discutido debate nacional, el cual por cierto, tiene tiempo que ya se arrancó en algunos espacios noticiosos, en donde se ha dado cabida no sólo a los legisladores y funcionaros públicos, sino también a intelectuales y sobre todos conocedores de lo que es el petróleo en nuestro país hoy en día.
En este ensayo dividido en dos partes, por razones de espacio, vamos a remontarnos a la historia de Pemex, en nuestro Estado de Veracruz y veremos cómo eran las cosas hace veinticinco años.
“…Soy ingeniero químico y desde mayo de 1966 he trabajado en la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán, Ver. actualmente estoy asignado al Departamento de Inspección y Seguridad, como encargado de un sector. A lo largo de estos años y estas experiencias he llegado a sentirme íntimamente ligado a Pemex, he aquilatado lo que esta empresa significa para México y he visto con angustia la corrupción que hay en los niveles medio e inferior: los pequeños y medianos robos, los actos de irresponsabilidad y las pillerías que se cometen a diario y, sumados, importan cantidades gigantescas que se sustraen a las finanzas de Pemex y por ende al pueblo mexicano en general…”
De esta manera comienza un relato escalofriante que apareció publicado en una revista de circulación nacional, en el mes de febrero de 1983, hace poco más de 25 años, como veremos en adelante, esta persona nos narra de manera vívida la forma en que a lo largo de la historia de nuestro país, la empresa petrolera por arraigo nacional, Pemex, ha sido saqueada por prácticamente todos y cada uno de quienes han tenido que ver con su funcionamiento.
¿Por qué escogí este tema?, pues debido a que como le mencioné líneas atrás en estos días ha empezado a desarrollarse el gran debate nacional con miras a la transformación de esa institución supuestamente para beneficio de todos los mexicanos.
Pero en el tan famosísimo diagnóstico de Pemex, al parecer el origen de sus males, la corrupción, no es atacada de manera frontal, por el contrario, al parecer se refuerza la presencia de su sindicato en su máximo órgano de dirección.
Imagínese que cuando usted va al médico a que le haga un diagnóstico porque se siente mal, el doctor le dice estás enfermo de tal cosa, pero no hace nada por atacar el origen de sus males, lo mismo está sucediendo con el diagnóstico de Pemex, puesto que ahora que nos dicen tanto la Secretaria de Energía, como el Director de Pemex, que el problema de Pemex no es de tipo financiero, sino de tipo estructural y fiscal, luego entonces dentro del mal estructural, no me queda la menor duda que la corrupción ejerce un papel protagónico.
Continuemos con el relato: “…a estos pequeños latrocinios les llamo yo “las migajas de la corrupción”. He oído decir que en las altas esferas se cometen robos infinitamente más grandes, pero yo sólo he observado lo que ocurre en los niveles en que se desenvuelve mi trabajo, y esas corruptelas son las que me he propuesto denunciar aquí…”
“… ¿Por qué lo hago? En primer lugar porque si continúo callando, si continúo absteniéndome de hacer lo poco que está en mi poder para que el pueblo mexicano, único dueño de Pemex, sepa lo que ocurre en la empresa que constituye una de las partes más importantes de su patrimonio, llegará el día en que perderé por completo mi tranquilidad y me será imposible mirar de frente a mi familia. Mis convicciones están por encima de toda otra consideración pero además tengo la certeza de que dentro y fuera de Pemex hay personas que estarán de acuerdo conmigo, me darán su apoyo y tratarán de hacer lo que esté a su alcance por remediar la situación…”
“…Como en todas partes, en Pemex hay de todo: flojos y trabajadores, capaces e ineptos, deshonestos y honestos, viciosos y virtuosos, tontos e inteligentes, etc. Muchas veces me he preguntado por qué casi todos ellos acaban siendo engullidos por la corrupción; por qué el trabajador medio, sea de planta o transitorio, acaba perdiendo los escrúpulos en forma lenta pero segura, hasta acostumbrarse al robo. Creo que la cuestión se debe a la infinidad de estímulos que existen para robar, ya que los jefes superiores ocupados en la tarea de saquear a la empresa, ejercen nula vigilancia y control sobre sus subordinados…”
Bien, una acotación de quien escribe esta columna, prepárese para conocer en detalle las corruptelas que día a día han mermado el patrimonio de nuestro petróleo, por eso es que digo ¿es nuestro el petróleo?, seguramente al final usted tendrá su propia respuesta.
“…Tómense por ejemplo, los pagos indebidos por tiempo extra. Actualmente es común que se pague tiempo extra a obreros que ni siquiera asisten al trabajo…”
Recuerde que estamos hablando de 1983, pero no le sorprenda que las cosas sigan igual o peor.
“…Es común que los hijos y parientes de altos jefes administrativos cobren salarios y tiempo extra sin presentarse a trabajar. En cualquier instalación de Pemex es fácil descubrir casos de esta especie…”
¿Le resulta familiar el comentario? ¿Considera que esa situación es privativa de Pemex?
“…Hace un tiempo el hecho de que se permitiera el trabajo de operarias en los talleres se consideró como una gran conquista laboral femenina. Pronto degeneró en una forma solapada de prostitución…”
“..Se puede contar con los dedos de una mano a los trabajadores que nunca han robado algún material de Pemex. Del almacén de la refinería se pierden materiales que luego aparecen en manos de contratistas o proveedores de la misma empresa…”
Dejémoslo hasta aquí y continuemos este relato la semana próxima. Pero veamos el calendario de los foros con los temas tanto de esta semana, como lo que se presentarán antes de nuestra próxima edición: 1) Los principios que deben regir la Reforma Energética en México (13 y 15 de mayo); 2) Análisis constitucional de las Iniciativas de Reforma Energética (20 y 22 de mayo).
FINANZAS PERSONALES
¿ES NUESTRO EL PETRÓLEO? (2/2)
23-05-08
Prosigamos a partir de donde nos quedamos la semana pasada (recordemos es un relato acerca de Pemex de hace poco más de veinticinco años), la narración continúa de la siguiente manera:
“…También hay robo de tiempo y de mano de obra. Marcar las tarjetas de entrada y salida de otros trabajadores que llegarán más tarde o no llegarán, es tan común que ni siquiera se comenta, lo mismo que dedicar largas horas a platicar la borrachera de la noche anterior…”
“…Grupos de ingenieros y administradores que no pueden participar del Gran Reparto por no estar a nivel adecuado para ello, se contentan con robar materiales o mano de obra para arreglar sus casas o automóviles particulares, acondicionar locales comerciales, clubes, etc…”.
“…Originalmente, los líderes sindicales se conformaban con manejar el dinero de las cuotas sindicales y raramente vendían plazas. Con la ampliación de las obras de refinería creció el número de empleos y de contratos transitorios y con ello el negocio del líder…”
Recordemos que esta persona laboró en Minatitlán, Ver., se imaginan cómo le hubiera ido al Estado de Veracruz si en esa época existiera el INCBG (Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno), no olvidemos que hace tres semanas comentamos que a nivel nacional nuestro estado ocupa el 6º lugar nacional en corrupción.
Sigamos con el relato: “…hay mucho más. Por ejemplo, el robo de gasolina en la terminal de llenaderas de autotanques, conocido hasta por los niños de la primaria. Hace algunos años se descubrió que un grupo de elementos de seguridad del gobierno del estado robaba gasolina y otros productos en una estación de bombeo del poliducto a México…”
“…El tema de la seguridad no parece importarle a nadie y menos a los jefes que buscan mejorar su imagen política. Las violaciones a los reglamentos internos de la propia compañía y el desprecio por la seguridad de trabajadores y equipos, ya son tradicionales…”
Aquí hagamos una acotación, ¿recuerdan lo sucedido en las costas de Campeche cuando un huracán o ciclón destruyó un par de plataformas marinas de Pemex? Por cierto que se formó una comisión independiente con miras a conocer la causas del desastre que ocasionó varias muertes de trabajadores (no necesariamente) de Pemex (pero trabajadores), supuestamente en febrero concluía la investigación pero a la fecha no han dicho absolutamente nada.
“…La contaminación que se produce en la refinería podría controlarse con relativa facilidad, pero no se hace. Grandes cantidades de productos o desechos van a los drenajes de la refinería y de ahí al río Coatzacoalcos o al pantano situado al oriente de la refinería. Este último es un peligro: cada año, en la época de sequía, se producen grandes incendios que oscurecen el cielo durante varios días e incluso ponen en peligro la refinería misma…”
Aquí otra acotación, ¿cuál será la opinión o el punto de vista de todos los veracruzanos que viven en zonas petroleras o por donde pasan sus ductos y que han sufrido las consecuencias de los grandes derrames de hidrocarburos, en los cuales han perdido prácticamente hasta la camiseta?
Otro punto que narra el artículo: “…auspiciado por la corrupción generalizada, el alcoholismo afecta a buena parte de los trabajadores de la refinería. Este grave problema social ha repercutido en la seguridad de la refinería…”
Quien escribe esta columna recuerda la primera ocasión que fue a trabajar a Poza Rica, Ver. cuando al levantarse muy temprano en la mañana buscando un lugar decente para desayunar antes de dirigirse a laborar, vio muchas cantinas repletas de trabajadores de Pemex, algunos de ellos uniformados y otros por el comentario de algún mesero supo que trabajaban en la paraestatal; esos “trabajadores” estaban en completo estado de ebriedad a esas horas de la mañana.
Un punto final de este relato: “…en la refinería, los aduladores reciben el nombre de repollos. Se les llama así desde la época en que los ingleses manejaban la refinería. Para quedar bien, algunos trabajadores se ofrecían a hacerles el mandado a las esposas de sus jefes y siempre se las veía llevando el infaltable repollo. Ahora se dice: más vale media hora de repollo que ocho de trabajo…”
Cualquier semejanza con otro tipo de organismos públicos es mera coincidencia hoy en día.
El ingeniero termina su relato con estas palabras: “… ¿Qué pasará cuando esta denuncia que estoy haciendo se conozca en todo el país? No sé, pero si yo no pensara que existe solución, no me habría tomado el trabajo de escribir este artículo…”
Bien, como vemos, de acuerdo con la persona que narra esta serie de experiencias, uno de los más graves problemas que tiene Pemex, es la corrupción. Opinión seguramente compartida por muchos mexicanos pensantes.
Por otra parte, como decíamos la semana pasada, el debate petrolero se realiza del 13 de mayo al 22 de julio de 2008 en el patio central de la Cámara de Senadores. Consta de 20 foros divididos en varios temas.
Dichos temas amén de los desarrollados la semana pasada de los cuales les dijimos sus fechas, se continuarán realizando de la siguiente manera: 3) Transición y seguridad energéticas (27 de mayo); 4) Importancia del sector energético en el desarrollo nacional y regional (29 de mayo); 5) Destino de la renta petrolera de México (2 de junio); 6) Exploración, explotación y restitución de reservas petroleras (3 de junio); 7) Yacimientos transfronterizos: negociación, exploración y explotación (5 de junio); 8) Autosuficiencia de petrolíferos: refinación de petróleo (10 de junio); 9) Política e instrumentos para impulsar la industria petroquímica (12 de junio); 10) Transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados (17 de junio); 11) Órganos reguladores de la actividad petrolera y energética (19 de junio); 12) Relaciones con compañías extranjeras y jurisdicción de tribunales extranacionales (23 de junio); 13) Régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (24 de junio); 14) Situación financiera y presupuestal de Petróleos Mexicanos: vías para mejorarla (26 de junio); 15) Tecnología e investigación científica en el campo petrolero (1 de julio); 16) Organización y administración de Petróleos Mexicanos (3 de julio); 17) Adquisiciones, contratos y obras públicas de Petróleos Mexicanos (8 de julio); 18) Política e instrumentos para impulsar la industria nacional relacionada con el sector petrolero (proveeduría y construcción) (10 de julio); 19) Transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción en Petróleos Mexicanos (15 de julio); 20) Debate entre senadores sobre la Reforma Energética (17 y 22 de julio).
Como podemos observar, al parecer la temática es lo suficientemente amplia como para que se saquen buenas aportaciones y conclusiones. Pero lamentablemente, al parecer nadie dará su “brazo a torcer” y al final de cuentas quedaremos tal y como estábamos al principio. Ojalá y me equivoque.
Otra cosa que se ha vislumbrado es el tamaño de nuestros inefables “representantes populares” quienes día a día reciben una lección por parte de los participantes en el debate que provienen de esferas académicas, intelectuales o de expertos en la materia, de cómo se interpretan las leyes, cómo se debe analizar la economía y las finanzas y hasta de patriotismo.
Para concluir, va a ser muy interesante ver que por ejemplo, el debate del 8 de julio sobre Adquisiciones, contratos y obras públicas de Petróleos Mexicanos, sea presidido por nuestro flamante y exonerado (tal y como se esperaba, aunque a mí, como ya le dije, no me cabe la menor duda que transgredió varios ordenamientos legales) Secretario de Gobernación el TalIvan Mouriño.
O bien que el del 15 de julio sobre la Transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción en Petróleos Mexicanos, sea presidido por el secretario General de STPRM, Carlos Romero Deschamps, luciendo su hermoso reloj de cuatro mil dólares, o por cualquier priista distinguido en donde con su participación acepten tácitamente el saqueo de Pemex bajo el amparo de los gobiernos priistas (y recientemente de los gobiernos panistas). Como siempre, usted tiene la última palabra.
Por favor, insisto en que nos quede claro que estas columna de Finanzas Personales son de 2008, en los hechos vemos que los famosos foros no tuvieron en lo absoluto ningún efecto.
En conclusión, Pemex es una institución que vive en cáncer terminal, desde mi punto de vista, una de las soluciones para poder revivirla, es en primer lugar efectuar un combate frontal a la corrupción e impunidad que por años ha permeado ahí con acciones y estrategias adecuadas; como vemos antaño los robos eran “hormiga”, hogaño se han convertido en una “industria” que se identifica como “huachicoleo”, la otra solución es que luego de esa depuración, en paralelo se realice una reingeniería de la empresa que tenga como objetivo que dicha paraestatal en verdad sea para el beneficio de todos los mexicanos y suceda algo como lo vivido cuando Tata Lázaro la expropió. En aquel lejano año de 1938 los mexicanos se identificaron con este asunto “donando hasta las gallinas” con tal de respaldarlo o como mi madre que actuó en obras de teatro con tal de recabar fondos para el Tata.
Fotografía: elsiglodedurango.com