Por: Jorge Salazar García. 9/10/2016
¿El PRIAN juzgará a Duarte? La respuesta es NO. El gobernador no pisará la cárcel ni pagará por sus crímenes, por lo menos mientras Enrique Peña Nieto sea el Presidente. Habrá, sí, una gran simulación donde se aparentará que se le aplica la Ley (como útil e ideal chivo expiatorio), pero sólo serán sanciones cosméticas; nada de fondo. No se requiere de un oráculo para saberlo; empleando el sentido común, el análisis y la deducción se puede llegar a esta respuesta. Analicemos los siguientes aspectos que la explican.
El PRI y PAN son aliados (émulos de los partidos Demócrata y Repúblicano de los E.E.U.U). Representan en México, a la derecha moderada y a la extrema derecha respectivamente; son ambos, ahora los protectores y benefactores del gran capital que se han alternado la Presidencia de México) y que tienen el control absoluto de todas las instituciones del Estado. En los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) ellos han colocado a sus empleados, quienes solícitos se convierten en los guardianes del actual sistema pervertido hasta las náuseas. Javier Duarte, dócil y cumplidor, fue uno de esos empleados que sirvió más allá de lo legal y ético para imponer las reformas de “gran calado” de EPN apoyadas por el PAN. De tal modo que el ejecutivo veracruzano sabe mucho de las corruptelas y crímenes que se están cometiendo para mantener la maquinaria capitalista funcionando bajo las condiciones de inadmisibles privilegios existentes que imponen los organismos financieros internacionales.
Es un juego diseñado desde los oscuros círculos de la derecha neoliberal que se han apropiado de todos los recursos de la Nación, transgrediendo vidas y libertades. Si rompen un engrane, aplicando la Justicia a secas, TODA la maquinaria comenzará a tronar poniendo en peligro su funcionamiento. De por sí, por cualquier parte se oyen ya crujidos: ya hay clamores estruendosos internos que hacen eco en el exterior también. Por esta única razón, tal vez se atrevan solamente a congelar (cambio temporal de engrane) por un tiempo a Duarte de Ochoa, envolviendo su impunidad con una parafernalia mediática que entretenga a los teleadictos deseosos de venganza y convenza a los ingenuos demandantes de justicia.
Las promesas del expriísta, Yunes Linares (gobernador electo del PAN) quedarán en eso: debido a que el también sirve al Sistema y actuará con fiel disciplina frente a quienes le hacen el guion de esta farsa. Con respecto a la postura inquisitorial del licenciado priísta Hector Yunes para con Javier Duarte, es imposible creerla; baste repetir sus palabras: “yo tengo la total disposición de que si en algo sirvo al gobierno.. en lo particular al señor gobernador se lo he dicho a el en lo personal y lo digo en privado y en publico Javier duarte es mi jefe político…” (https://www.youtube.com/watch?v=Rswf2bTrVGc). Ambos hicieron un burlesque con el tema de la corrupción (recordar la caña para pescar peces gordos) envileciendo los cargos públicos que deberían honrar actuando con sobriedad y eficiencias republicanas.
La desgracia del señor Javier Duarte, tal vez haya sido haber creído que podía hacer y decir lo que su egolatría le dictara debido a la protección y apapacho recibidos por parte de EPN. Y si, si les dan patente de corzo (le llaman alinearse) para sus latrocinios particulares pero sin sobreactuarse (o superar al Presidente) ni ocasionar trastornos a su Partido, que pierde por adelantado la gubernatura del 18.
Los que crearon esta estrategia distractora para incautos (investigar a Duarte), lograron sus objetivos inmediatos: restarle votos a MORENA e impedir que Cuitláhuac García ganara la elección. Sin embargo no consiguieron eliminarlo como un fuerte adversario para la contienda electoral del 2018, por lo que, de hoy hasta entonces, lo denostarán in crescendo para evitar cumpla lo que ha prometido: llevar a la cárcel a los bandido que desfalcaron las arcas públicas y a quienes sean los verdaderos responsables de los 18 asesinatos de periodistas y demás crímenes que brillan por su escandalosa impunidad.
Veracruz es el tercer estado con más votantes (5.58 millones), después del Estado de México (11 millones) y la CDMX (D.F. 5.5 millones) y además seguirá siendo estratégico para la aplicación y profundización de las reformas energética y minera, motivos por los cuales los escenarios para MORENA, que se va posicionando como una esperanza viable para los ciudadanos hartos de esta cleptocracia[1] que padecemos, se complicarán y tendrá que enfrentar todas las marrullerías del PRIAN y partidos satélites que le acompañan.
Por todo lo anterior, es imposible que castiguen realmente a Duarte o le hagan devolver todo lo que no aparece. Estará a resguardo seguro para evitar mayores estragos a la imagen del PRI y posicionar al PAN como alternancia “seria y responsable” para gobernar al Estado en el próximo sexenio que iniciará el 2018.
De todos modos, para aquellos que quieran seguir los múltiples ejemplos de gobernar con el abuso y la corrupción como principios, por su tranquilidad de conciencia, absténganse. Al llegar al poder y sentirse omnipotentes, su narcisismo patológico les traiciona y nunca quedan satisfechos conduciéndolos a cometer los mayores abusos para mantener el ritmo de alimentación palaciega de su egolatría.
[1] Cleptocracia (del griego clepto, ‘robo’; y cracia, ‘fuerza’ = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político y/o el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes. https://es.wikipedia.org
Fotografía: Facebook. Sin Autor visible.