Por: Stolowicz W., Beatriz. 22/02/2022
Algo no anda bien en los análisis sobre América Latina, si en un
momento se afirma categóricamente que la derecha ha sido derrotada, y poco tiempo después se afirma que hay una contraofensiva de la
derecha. Entonces no estaba derrotada. Sin duda perdió fuerza electoral en algunos países gracias a las luchas populares, pero la base de
su poder, que es el capital, se fortaleció tanto material como simbólicamente. Este fortalecimiento del capital se llevó a cabo con discursos
contra el neoliberalismo.
Llevo muchos años advirtiendo sobre el error de que la izquierda
use el término posneoliberalismo, porque es una estrategia dominante
ejecutada desde comienzos de los noventa para estabilizar la reestructuración capitalista iniciada en los setenta. Estrategia de estabilización
sin duda exitosa, que se ha ejecutado explotando las debilidades del
llamado pensamiento crítico.
Una de esas grandes debilidades es tomar el discurso, la retórica de
los dominantes, como si ella expresara sus verdaderos objetivos y acciones. Dando por válidos sus encubrimientos, se queda entrampado
en el terreno por ellos construido. La idea misma de neoliberalismo ha
sido una trampa, pues han sido los dominantes los que lo han definido
y han dicho cuáles son sus “alternativas”. Construyeron un fantasma
para que le pegaran sin tocarlo. Como decía Marx en los Grundrisse,
para que se creyera “que le pegaban al burro cuando sólo le pegaban
a la bolsa”…
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Fotografía: Biblioteca.clacso