Por: Robert Kuttner. 21/07/2021
La tragedia del condominio de Florida constituye una lección práctica de por qué no podemos confiar en las fuerzas del mercado y los agentes del mercado para que nos mantengan a salvo, ¿verdad? Y de por qué es necesario el gobierno, ¿a que sí?
Bueno, sí, pero resulta más complicado. Para empezar, está el problema práctico de que se corrompa el gobierno.
El sur de Florida siempre ha significado prosperidad para los promtores, que gozan de una inmensa influencia política. Y el gobierno de por allí lo han tenido desde hace mucho los promotores en el bolsillo (en ambos sentidos de la metáfora).
La manera en que esto se acaba filtrando es que nos salen inspectores como el corrupto o incompetente Ross Priet, de Surfside [localidad playera en la que ubicaba el bloque de apartamentos derrumbado], que siguió otorgando al fatídico complejo de apartamentos su nítido visto bueno; la clase de inspector que no le ponía problemas a la comunidad de promotores.
Tomemos distancia con mayor ángulo de cámara, y aparece un problema mayor: los republicanos odian los gobiernos. Desde Carter y Clinton, muchos demócratas se han sumado a los republicanos a la hora de despotricar contra el gobierno. Los promotores son grandes donantes de ambos.
Los economistas del libre mercado, sobre todo los de la escuela de la “elección pública” sostienen que, puesto que el gobierno se corrompe fácilmente, tenemos que analizar cómo funciona el gobierno en la práctica, no cómo funcionaría en teoría…y confiar sólo en la disciplina del mercado.
Pero los recientes acontecimientos han mandado esta teoría al demonio. Las fuerzas del mercado permitieron que se construyesen esos peligrosos bloques de apartamentos en inestables vertederos; las fuerzas del mercado crearon el cambio climático global que crea ciudades costeras que se hunden; y las fuerzas del mercado no trajeron como resultado ni inspecciones ni reparaciones adecuadas. Las fuerzas del mercado, se podría decir, han matado a más de un centenar de personas en Surfside, y matarán a cientos de millones de personas, probablemente a miles de millones, a medida que empeore el cambio climático.
Afrontémoslo, la única manera de mantenernos relativamente a salvo es elegir para que dirija el gobierno a gente que cree en el gobierno, y que lo hace funcionar de manera competente y relativamente libre de corrupción. Se llaman progresistas.
Todo lo demás son comentarios. Fin de la lección de economía política por hoy.
Robert Kuttner cofundador y codirector de la revista The American Prospect, es profesor de la Heller School de la Universidad Brandeis. Columnista de The Huffington Post, The Boston Globe y la edición internacional del New York Times, su último libro es “Debtor´s Prison: The Politics of Austerity Versus Possibility”.
Fuente:https://prospect.org/blogs/tap/condo-inspector-market-and-government-surfside-condo-collapse/
Traducción:Lucas Antón
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Fotografía: Sin permiso