Top Posts
La poesía y la siembra del amor en...
8M en Perú: Resistir en las calles contra...
Undertones: ciudades ciberpunk en Zimbabue impulsadas por China
La lucha por el aborto terapéutico en El...
¿OpenAI tiene sesgos?: Revisamos para que no tengas...
La farsa democrática del capitalismo
Ciclo de Cine en Xalapa. Entrada GRATUITA
Anorexia: una experiencia filosófica
Cuando se comprende la necesidad de la lucha
Autogestión y narcisismo
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Espacio principalEspacio secundario

Educación para la paz: interpelaciones en tres tiempos.

por La Redacción enero 11, 2017
enero 11, 2017
Veces que se ha leído este Artículo: 80

Por: Nelsy Lizarazo. Ecuador. Pressenza. 11/01/2017

En el marco del seminario internacional “Educación emancipadora y garante de derechos: retos para América Latina y el Caribe”, realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en Ciudad de México el pasado 11 de noviembre, se desarrolló la mesa de trabajo: Hablemos de paz, democracia y retos para la educación.

En la mesa participaron Patricia Jaramillo, colombiana y coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM), Emilio Álvarez, sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Luis Araujo, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Brasilia. Este breve escrito es un intento por recuperar algunos de sus planteamientos y compartir con nuestros/as lectores/as preguntas y reflexiones que me hice al escucharlos/as.

Primer tiempo

Dos semanas antes del evento, un 51% del pueblo colombiano que acudió a las urnas, votó NO a los acuerdos de paz entre el gobierno y las FARC. ¿Qué significó, educativamente, ese voto?, se preguntó Patricia Jaramillo.

La respuesta, desde mi punto de vista, es múltiple y es compleja. Ese voto pudo significar que, en realidad, el pueblo colombiano no ha sido aún educado para la paz. Pudo significar también, considerando que más del 60% de la población habilitada para el voto no salió a decir sí o no, que tampoco los esfuerzos de educación para la participación ciudadana y para la democracia (parientes muy cercanas de la paz), han rendido frutos: la indiferencia campea, incluso frente la opción de iniciar un nuevo momento histórico, con las armas silenciadas. Y por supuesto, también pudo significar que el trabajo de educación popular, necesario para comunicar, generar reflexión y construir criterio de manera adecuada en torno a los contenidos de los acuerdos, no solo fue insuficiente sino, además, poco pertinente: le habló a unos sujetos desconocidos, los sujetos que le temen a la paz.

En fin. Aquí lo que nos interpela no es la respuesta, lo que nos interpela es la pregunta porque, en democracias en las que el acto fundamental de participación es el voto, los procesos que conducen a la decisión sobre ese voto tendrían que leerse, sin duda, en clave educativa.

Segundo tiempo

Nuestro continente se ha modificado muy rápidamente. Se modificó hace quince o diez años atrás y hoy, nuevamente, nos sorprende. El débil pacto democrático vigente en nuestros países queda, tras los hechos en Brasil, todavía más debilitado. Cabría preguntarse de qué han servido los esfuerzos en torno a la educación para la paz y los derechos humanos. Y la pregunta cabe más allá de nuestro continente, dice Emilio Álvarez. Cabe para preguntarnos por qué ganó el Brexit o por qué es posible que en Filipinas, hace cuatro meses y medio, gobierne un presidente que dice públicamente que ya han asesinado a 4500 personas.

Y aunque, como bien lo recupera y valora Emilio en su intervención, nuestros pueblos dan señales de indignación y de búsqueda real de sociedades en paz, tal como lo ha hecho Guatemala al llevar a juicio a un dictador o al fallar, en tribunales nacionales, a favor de las mujeres de Sepur Zarco; o como lo han hecho los jóvenes estudiantes a lo largo y ancho del continente, hartos de corrupción y ávidos de sociedades nuevas, la pregunta cabe, y nos interpela. ¿En dónde quedan todos los esfuerzos de educación para la paz, la democracia y los derechos humanos?

Y bueno. Puedo pensar que, tal vez, cuando educamos para la paz, los derechos humanos, la convivencia democrática, los vínculos que establecemos con el hecho político, no son los suficientemente claros, precisos, poderosos. Quizás son categorías que se conocen, se entienden racionalmente y hasta se sienten, afectivamente hablando. pero la pregunta por cómo operan en el cotidiano social, político, económico, cultural de nuestras sociedades, es una pregunta insuficientemente observada, analizada, respondida.

Nuevamente, no es la respuesta la que nos interpela. Es la pregunta por lo sentidos que le estamos dando a nuestros esfuerzos de educar para la paz. ¿Qué es la paz? ¿En dónde se concreta? ¿Cómo se expresa y más aún, cómo se construye, cómo la construimos?

Tercer tiempo

Brasil parece condenado, pero, dice Luis Araujo, con mirada crítica y ponderada, que los derechos y la democracia siempre, a lo largo de la historia, han tenido momentos de mayor vulnerabilidad. Momentos donde la correlación de fuerzas no es favorable a los avances democráticos y al ejercicio de derechos. ¿Qué le corresponde a la educación para la paz en momentos como este?

Su respuesta proviene de la reivindicación del aprendizaje colectivo, es decir, proviene una vez más de la educación y, más específicamente, de la educación popular y de la construcción de modelos alternativos reales.

Mi respuesta, sumando a la de Luis, agrega que toda educación para la paz y su metodología indispensable, la no violencia activa, nos exige trabajar en un doble movimiento simultáneo, dinámico y estructural: un movimiento hacia adentro de cada sujeto que aprende y que no puede escapar del aprendizaje de sí mismo, del conocimiento de sus temores y el modo de superarlos, de sus propias violencias internas y el camino para superarlas; un movimiento hacia afuera, hacia el lugar de la transformación social, política, cultural, siempre en vínculo con otro que a su vez me transforma. Desconocer la necesidad del primer movimiento nos conduce a un intento vano de cambiar el mundo sin cambiar a quienes los sostienen, es decir, los seres humanos. Desconocer la necesidad del segundo movimiento nos conduce al aislamiento y al individualismo, columnas del sistema violento al que buscamos cambiar.

Pero bueno. Una vez más, la interpelación no proviene de la respuesta sino de la pregunta. ¿Qué le corresponde a la educación para la paz en este momento histórico de nuestro continente?

La respuesta es suya, querido lector.

Fuente:http://www.pressenza.com/es/2016/12/educacion-para-la-paz-interpelaciones-en-tres-tiempos/

Fotografía:Ricardo Ossandón

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Medidas neoliberales de Tsipras amenazan con colapsar la sanidad pública griega.
noticia siguiente
“Los alumnos deben pasar de ser ‘consumidores’ a creadores de conocimiento”

También le podría interesar

¿Qué país queremos? Un debate educativo

marzo 22, 2023

La educación no formal gana terreno en Argentina

marzo 22, 2023

Recordando al poeta Marcelo Vernet (1955 – 2017)

marzo 21, 2023

Visitantes en estos momentos:

190 Usuarios En linea
Usuarios: 8 Invitados, 182 Bots

CINE GRATIS EN XALAPA

Unidad de Investigaciones Periodísticas de la UNAM

Para LEER y DIFUNDIR

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
« Feb    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    DEL BULLYING AL CRIMEN

    marzo 23, 2023
  • 2

    Universidades para el Bienestar Benito Juárez García ¿combatir la marginación y exclusión educativa con prácticas laborales neoliberales?

    marzo 22, 2023
  • 3

    La sociedad de la decepción

    marzo 23, 2023
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 5

    ¿Cómo juega el olvido?

    marzo 23, 2023
  • 6

    Unheimlich: caos y autómata cognitivo

    marzo 23, 2023
  • 7

    Antidepresivos y serotonina: el estado actual de la ciencia

    marzo 23, 2023
  • 8

    Ciclo de Cine en Xalapa. Entrada GRATUITA

    marzo 24, 2023
  • 9

    Presentado con vida.

    marzo 23, 2023
  • 10

    Poder y fuga

    marzo 23, 2023
  • 11

    La auto-percepción de lxs psicoanalistas. El psicoanálisis patriarcal al diván. (Notas de una psicoanalista en el 8M

    marzo 23, 2023
  • 12

    Cristina Hermida: “Es preciso dar protagonismo a la ética y al diálogo en esta sociedad segmentada y polarizada”

    marzo 23, 2023
  • 13

    Anorexia: una experiencia filosófica

    marzo 24, 2023
  • 14

    Ley natural y derechos humanos

    marzo 23, 2023

Vanesa Monserrat. Argentina

Rolando Revagliatti. Argentina

Juan Antonio Guerrero O. México

Raúl Allain. Perú

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

BIBLIOTECA de ÁBACOenRed

Suscríbete

Acepta recibir notificaciones

@2020 - Insurgencia Magisterial

Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Una nueva investigación demuestra que el aprendizaje...

octubre 2, 2021

El Islam en las escuelas catalanas y...

octubre 9, 2020

Jurjo Torres: “El debate sobre educación no...

agosto 30, 2018