Por: Fidel Quiñones Marín. 24/11/2016
Desde el inicio de la mal llamada reforma educativa y, específicamente, desde la presentación del plan “Escuelas al centro”, una idea recurrente en el imaginario de maestros en servicio es la descarga administrativa que representa la posibilidad de dedicar, con mayor atención, el tiempo de la jornada escolar al aprendizaje (tal y como lo indican los rasgos de la normalidad mínima escolar) y en consecuencia elevar la calidad educativa. La idea es alimentada por los continuos mensajes por parte de la autoridad educativa y la reciente solicitud a los centros escolares para la designación de los subdirectores de gestión escolar y académico. Sin embargo, en la realidad práctica de nuestras escuelas y en las acciones de operatividad, lo que se percibe es diferente. La “nueva estructura ocupacional” y la creación de las figuras de subdirector de gestión escolar y subdirector académico, mantienen la pretensión de ejercer mayor control y vigilancia sobre los colectivos docentes.
Acontecimientos:
El día 26 de enero del año 2016, al presentar el programa “Escuelas al Centro”, el titular de la Secretaria de Educación Pública anunciaba:
“… Si bien cada escuela tiene su propia dinámica y sus propias problemáticas, de estos recorridos y de estas visitas me ha quedado claro que hay problemáticas y retos comunes, que tienen la mayoría de las escuelas y de los maestros del país. Uno de ellos, por ejemplo, que de manera reiterada me lo han referido en estas reuniones que he tenido con los maestros y las maestras de México es el exceso de carga burocrática. Los directores particularmente, pero también los maestros y las maestras tienen poco tiempo, les queda relativamente poco tiempo para dedicarse a lo que es su vocación y su principal obligación que es la enseñanza ya que tienen que estar permanentemente contestando diferentes oficios, preguntas, trámites que las diversas autoridades educativas u otras instancias les piden a las escuelas”.
El argumento presentado es: los maestros han referido el exceso de carga burocrática, por ello les queda poco tiempo para dedicarse a su obligación que es la enseñanza. Por tanto, la descarga administrativa docente, es algo deseable.
Posteriormente en el comunicado 23 de la Secretaría de Educación Pública, dentro de los seis puntos del plan “Escuelas al Centro” se planteó que “se tendrá una mejor organización de los planteles y su plantilla, para reducir la carga burocrática de los maestros y directores, a través de la creación de la figura del subdirector administrativo”. Y se enfatiza que “la visión que queremos presentar el día de hoy es una visión que apoyada en la reforma educativa en un tiempo cercano, un tiempo no muy lejano podamos tener escuelas con directores que ejerzan de manera efectiva su liderazgo para seguir la ruta de mejora en sus escuelas, supervisores que presten asistencia y apoyo técnico pedagógico efectivo a todos los planteles”
La propuesta de la SEP: una nueva organización de los planteles y su plantilla, para reducir la carga burocrática de los maestros y directores. El problema de la carga burocrática fue planteado por los maestros, pero lo que interesa es reducir la carga a maestros y directores. En la lógica oficial, lo que se requiere para enfrentar el problema, es tener escuelas con directores que ejerzan de manera efectiva su liderazgo. Otra idea que se convierte en deseable.
En el mensaje del secretario de Educación Pública, durante su visita a la escuela primaria “Simón Bolívar”, en la Ciudad de México, expresó que el primero de los objetivos es: “poder quitar carga burocrática a las escuelas. Que los directores, que los maestros, no tengan que desperdiciar su tiempo en papeleo y en trámites y se puedan dedicar el 100 por ciento del tiempo a la enseñanza. ¿Cómo vamos a lograr esto? Vamos a ir incorporando poco a poco, en todas las escuelas, la figura del subdirector administrativo de gestión, que será una figura que se dedicará al 100 por ciento a poder hacer todos estos trámites y papeleos, y que puedan descargar al director -en este caso, a la directora- para que se pueda dedicar 100 por ciento a ver que la escuela funcione bien y a la enseñanza”
De acuerdo a este mensaje la prioridad “quitar carga burocrática a las escuelas”. El secretario menciona primero a los directores, después recuerda que debe mencionar a los maestros y la necesidad de que dediquen 100% del tiempo a la enseñanza. Pero la acción: crear a la figura del subdirector administrativo para “que puedan descargar al director… para que se pueda dedicar 100 por ciento a ver que la escuela funcione bien…” Las ideas deseables para los maestros, ahora se dirigen hacia el personal directivo
Al respecto, dentro de la información que se proporciona a los centros escolares con respecto a la “Nueva Estructura Ocupacional”, se prioriza la designación del Subdirector de Gestión antes que el Subdirector Académico: “La primera figura que se designa es el Subdirector de Gestión Escolar en Escuelas de 6 y hasta 9 docentes” Esto significa que, éstas escuelas no tendrán la posibilidad de elegir al Subdirector Académico. Sospechosa consideración, si se supone que la prioridad es dedicar el tiempo a la enseñanza y mejorar la calidad educativa, que podría atenderse si el Subdirector Académico realiza sus funciones impulsar la profesionalización, analizar periódicamente los resultados de aprendizaje y los avances en la calidad e inclusión educativa, y evaluar las problemáticas que, en lo individual o en lo colectivo, afecten el desempeño de los alumnos y docentes de trabajo colegiado.
Al elegir al Subdirector de Gestión, entre las funciones que deberá asumir se encuentra: Elaborar en su ámbito de intervención un plan de trabajo, a partir del diagnóstico de necesidades establecidas por el colegiado en la Ruta de Mejora, Coadyuvar con el cumplimiento de la normalidad mínima, verificar la suficiencia de libros de texto, materiales y equipo para el aprendizaje, gestionar la adquisición y cuidado de mobiliario e infraestructura, concentrar y actualizar la información que se requiera en las diferentes plataformas oficiales, coordinar las acciones de control de acceso al plantel, reportar incidencias relevantes al director, coordinar al personal de asistencia y apoyo administrativo, supervisar el funcionamiento de la cooperativa y, en su caso, responsabilizarse del presupuesto de alimentación y el funcionamiento del comedor escolar, organizar las comisiones y guardias para el buen funcionamiento de la escuela, elaborar los informes financieros correspondientes a los Programas Federales y coordinarse con el Subdirector Académico, en su caso, para generar el soporte técnico de los informes que así lo requieran, atender los grupos en ausencia del titular docente, atender las indicaciones de su autoridad inmediata que coadyuven a la mejora y funcionamiento del centro escolar y rendir informes de los resultados.
Como puede observarse, la mayor parte de funciones tiende a la descarga administrativa del director, para que el director “se dedique 100% a que la escuela funcione bien”. En la práctica sería una solución deseable, siempre y cuando la figura del Subdirector no se concentre, parafraseando a Foucault en “controlar, vigilar y castigar” al colectivo docente.
En la página 20 del documento “Modelo Educativo 2016. El planteamiento pedagógico de la Reforma Educativa”, se reitera la idea de poner a la escuela en el centro del sistema educativo, y se establecen 3 condiciones mínimas: el fortalecimiento de los Consejos Técnicos Escolares y de zona, la descarga administrativa y el fortalecimiento de la supervisión escolar. Sin embargo, en la página 225 el documento “Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016” al describir las diversas acciones que son determinantes para la puesta en marcha de la Propuesta curricular, se señala que para fortalecer el liderazgo educativo: “Se disminuye la carga administrativa que tradicionalmente ha tenido el director, para que pueda enfocarse a conducir las tareas académicas de su plantel. Para ello, las escuelas de los niveles preescolar y primaria de organización completa contarán con una nueva estructura escolar: un subdirector administrativo que se haga cargo de las tareas descargadas al director y otras figuras cuyo cometido es el fortalecimiento del proceso pedagógico”.
Entonces, lejos estamos de la descarga administrativa docente, como fue presentada en el plan “Escuelas al Centro”, y más cerca estamos de la descarga administrativa del director para mayor control y vigilancia del personal de cada escuela. Es decir, se fortalece el enfoque administrativo de la organización Escolar, que “ha producido dinámicas indeseables como la subordinación de lo académico, la burocratización, la superposición de tareas, la ineficiencia, la pérdida de tiempo y de sentido, a la par de frustración personal y colectiva en las comunidades escolares” (SEP. Modelo Educativo 2016, p. 19).
En este sentido, la fábula de la hormiga, es un buen referente para realizar una lectura crítica de los textos oficiales y de la realidad educativa.
Lectura para reflexionar: La fábula de la hormiga (autor anónimo)
Cada día, una pequeña hormiga llegaba al trabajo muy temprano, y sin pérdida de tiempo comenzaba sus tareas. Era sumamente productiva y se la veía muy feliz con la actividad.
El gerente, un león, siempre se sorprendía al verla trabajar sin supervisión. Entonces pensó: “si es capaz de producir así sin alguien que controle, seguramente podrá hacer mucho más si tiene un supervisor”. Dicho esto, buscó y reclutó a la cucaracha quien tenía una experiencia sumamente extensa como jefa y era famosa por preparar y presentar excelentes reportes. Su primera decisión fue instalar un reloj en el ingreso para controlar los horarios de llegada y salida. Necesitaba además una secretaria que lo ayudara a escribir sus informes. Así que decidió contratar a la araña para que además manejara los archivos y monitoreara las llamadas telefónicas.
El león estaba encantado con los reportes que la cucaracha le enviaba y le pidió que produjera unos gráficos que mostraran los ratios de producción y un análisis de las tendencias de manera que pudiera utilizarlos para sus propias presentaciones ante el directorio. La cucaracha entonces debió comprar una nueva computadora, una impresora láser además de contratar a la mosca para dirigir el área de sistemas. Mientras tanto, la hormiga que una vez había sido tan productiva y relajada, detestaba toda esta sobrecarga de papeles y reuniones interminables donde perdía la mayor parte de su tiempo. El león entonces llegó a la conclusión de que había llegado el momento de contratar alguien que se hiciera cargo del departamento donde la hormiga trabaja. Quien ganó la posición fue la cigarra, cuya primera decisión consistió en cambiar la alfombra y conseguir una silla ergonómica para su oficina. Necesitaba además una computadora y una asistente personal que trajo desde su antiguo lugar de trabajo para que lo ayudara con la programación y el Plan de Control Estratégico del Presupuesto.
El lugar donde trabaja la hormiga ahora es triste, nadie se ríe ya y todo el mundo camina preocupado… Esta fue razón suficiente para que la cigarra convenciera al león de la necesidad de realizar una encuesta de clima interno. Y dado que el león había revisado el departamento donde la hormiga trabajaba, era fácil comprobar cómo en este tiempo la productividad se había reducido notablemente. Su decisión fue reclutar al búho para que realizara una auditoría y sugiriera las soluciones. Después de 3 meses, presentó su reporte y una conclusión final: el departamento tiene exceso de personal.
¿Adivinen a quién pusieron en la mira primero? ¡A la hormiga! ¿Las causas?: mostrar una actitud negativa y falta de motivación.
Fotografía: gob.mx