Por: Marta Sánchez. 21/06/2021
- La cantidad de horas que los niños y los adolescentes pasan ante las pantallas de móviles, tabletas u ordenadores no solo están avanzando la edad de las miopías sino también aumentando las graduaciones de los nuevos llamados «nativos digitales»
Qustodio, plataforma de seguridad y bienestar digital por las familias, presenta su informe anual en el que analiza los hábitos digitales de los menores en 2020, incluyendo los datos de 100.000 familias con niños de 4 a 15 años, de España, Estados Unidos y Reino Unido. Desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, globalmente, el tiempo dedicado a vídeo en línea ha crecido un 25%, en aplicaciones de videojuego un 23%, en aplicaciones de educación un 54% y un 49% en aplicaciones de comunicación. Aun así, el mayor aumento lo encontramos en las redes sociales donde los menores estuvieron un 76% más. El estudio concluye que los niños dedican más del 50% del tiempo a dispositivos digitales.
Las aplicaciones de vídeo en línea, debido a la necesidad de entretenimiento derivada del confinamiento, han visto aumentado su uso en un 25%, es decir, una media de 45 minutos diarios. Netflix agregó 25 millones de nuevos suscriptores solo en la primera mitad de 2020. La plataforma de vídeo en línea que ha experimentado un crecimiento más alto ha sido Twitch, un 150%, situándose en la tercera posición en el ranking de apps de vídeo más utilizadas.
Dentro del ámbito de los videojuegos, el análisis de Qustodio muestra que en la gran mayoría se trata de juegos inspirados en guerra, batalla, supervivencia y con contenidos violentos. Además se ha experimentado un aumento de las horas de juego en un 23% en relación con el año 2019. A nivel mundial, Roblox, se mantiene como la aplicación de videojuegos más popular con un 35% de los niños jugando en todo el mundo.
Las aplicaciones educativas se convirtieron durante meses en sustitutas de las aulas, según el estudio de Qustodio, el primer semestre, el uso de estas apps se disparó un 162% y el resto del año creció un 54%, siente España la región con el mayor aumento en el uso de aplicaciones educativas durante la pandemia.
Las aplicaciones de comunicación también fueron fundamentales durante este periodo, permitiendo el contacto entre amigos y familiares, el tiempo dedicado a estas plataformas aumentó hasta los 91 minutos diarios.
Afectaciones en la salud visual
En cuanto a la visión, pasar un tiempo excesivo haciendo trabajos de cerca, así como actividades en espacios cerrados, se ha asociado a un incremento de la prevalencia de miopía, que se ha duplicado en las últimas décadas. Periodos de más de 30 minutos de trabajo próximo y a una distancia de menos de 30 centímetros han demostrado un aumento del riesgo de aparición de miopía.
A parte de la miopía y las consecuencias de futuro que puede tener esto, existe el síndrome visual informático. Recoge toda una serie síntomas que estan relacionados con la exposición prolongada a pantallas que se manifiesta por sensación de sequedad visual, picor, dificultad para enfocar, visión borrosa, visión doble, dolor de cabeza e incluso se han descrito episodios de ceguera transitoria. Se ha observado que todos estos síntomas empiezan a ser muy frecuentes a partir de las 4 horas de exposición diaria.
Estos síntomas se producen por la disminución a la frecuencia de parpadeo, y por tanto, la hidratación de la superficie ocular, por configuraciones de las pantallas con brillo excesivo. Normalmente parpadeamos entre 12 y 15 veces para mantener una lubricación del uso correcta, cuando leemos un libro esta frecuencia baja a 10, pero cuando estamos delante de las pantallas se reduce a 7.
Niños y pantallas
La doctora Isabel Ayet, oftalmóloga pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu, nos explica que después del confinamiento el efecto miopizante de las pantallas se ha podido observar más en los adolescentes. “El confinamiento reúne todos los requisitos para desencadenar una miopía o para que esta progrese más rápidamente: largas horas de visión próxima, condiciones de mala luz y pocas oportunidades de relajar la vista”.
El colegio nacional de ópticos-optometristas advierte que “el uso abusivo e incontrolado de dispositivos electrónicos como móviles o tabletas aumenta el riesgo de sufrir miopía en niños”. Esto se produce porque cuando focalizamos mucho la visión central en dispositivos electrónicos, favoreciendo la visión tabular que puede producir estrés y fatiga visual estimulando la aparición y la progresión de la miopía.
La Academia Americana de Pediatría (ADA) recomienda que los niños de 0 a 2 años no estén expuestos a ningún tipo de pantallas, de los 3 a los 12 años se produce un aumento progresivo, una media de entre media y una hora al día ante las pantallas, de 12 a 15 años, una hora y media en el día y de más de 16 años, 2 horas. Estas recomendaciones de horas fueron casi imposibles de lograr durante el periodo de confinamiento.
La doctora Ayet, nos explica que el impacto más inmediato que nos encontraremos cada vez de manera más frecuente en niños y adolescentes es el aumento de la miopía. Sí vemos que los niños empiezan a ser miopes desde pequeños, tienen mucho más tiempos para que esta miopía aumente y así llegaremos a los 20 años con mucha más gente miope, y con miopías más altas. “La miopía no es solo llevar gafas para ver de lejos, sino que es una factor de riesgo para tener enfermedades oculares que poder hacer perder mucha visión de manera definitiva, incluido la ceguera”, comenta la doctora Ayet.
Según una encuesta del Colegio oficial de ópticos y optometristas de Cataluña (COOOC), la miopía ha aumentado en 1,75 dioptrías en los últimos cinco años entre los menores de 8 años y la causa es el uso diario del móvil.
Principales problemas que comporta el uso de pantallas
Entre los problemas más comunes en niños, destacan los errores de refracción (miopía, hipermetropia y astigmatismo), que son trastornos oculares, en el que los ojos no pueden enfocar las imágenes de manera clara, y los niños ven borroso. Además de estos problemas oculares la doctora Ayet también comenta otros problemas que pueden derivar del uso excesivo de las pantallas, por ejemplo, se ha relacionado este uso con una dificultad en la adquisición del lenguaje, es decir, los niños tardan más en hablar, en un desarrollo cognitivo más lento, y también afecta a los trastornos del sueño.
El problema que trobarem de manera més freqüent serà l’augment de la miopia. És un factor de risc per tenir malalties oculars, fins i tot, ceguera.
Las pantallas cada vez están ocupando mayor parte de nuestra vida y de nuestro día a día, actualmente, hay muchas cosas que podemos hacer sentados desde nuestro sofá a través del móvil como, por ejemplo, hacer la compra de la semana, acceder a las nuestras cuentas del banco, etc. La doctora nos incide en que es importante que dejemos que el niño haga aquello que le toca por su edad y por su instinto natural, si su condición natural es jugar y experimentar con objetos del entorno, o juguetes adecuados en su edad, será mejor que los adultos no ofrezcamos móviles o tabletas.
Recomendaciones para una mejor salud visual
Los expertos aportan una serie de consejos para poder tener una buena salud visual:
- Hacer un uso racional de las pantallas.
- Si tenemos alternativas, elegir la pantalla que esté más lejos y la que sea más grande.
- Ventilación y luz: ventilar la habitación e importante contar con luz natural y evitando los reflejos. La falta de luz puede obligar a forzar el ojo.
- Trabajar con un buen contraste en las pantallas.
- Respetar los descansos (20-20-20), cada 20 minutos de trabajo de visión próxima, tendríamos que mirar a una distancia de 6 metros o más durante 20 segundos, esto es difícil llevar a la práctica, pero nos tendríamos que adaptar al máximo posible.
- Mantener buenas distancias y orientaciones de las pantallas, por ejemplo, la televisión no menos de 2 o 3 metros, y la distancia próxima a unos 50 centímetros y ligeramente por debajo del nivel de los ojos (ergonomía visual).
- Actividad física: evitar el sedentarismo y practicar deporte o actividades al aire libre, permitir que el niño ejercite el ojo distancias lejanas.
- Y por último, hacer revisiones al oftalmólogo, una vez al año, para detectar alteraciones oculares que pueden afectar al aprendizaje.
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Fotografía: El diario de la educación