Por Luis Bello Estrada. La Jornada Veracruz. 4 de mayo de 2018
En la carrera presidencial 2018, el escenario político ha transitado por diversas etapas: de ataque al sistema, de amnistía al mismo, de refrendo del voto duro, de promoción del voto indeciso. En la etapa actual, con preferencias más definidas y estancamiento de tendencias; para superar el pasmo de los dos partidos en la zaga, PRI y PAN debaten una eventual abdicación del candidato Anaya o del candidato Meade. La idea es que sus electores estratégicamente voten en bloque por solo alguno de ellos dos para evitar la dispersión. Esta propuesta se conoce como “voto útil”, pero sus resultados no son tan claros. Quizás los electores voten por el cambio de política económica y no tanto por candidatos.
En las elecciones federales del año 2000, se consideró que para derrotar al sistema neoliberal o neoporfirista, corrupto, aglutinado en el PRI, habría que votar por otro partido, las opciones se dividían entre PRD y PAN. Los poderes copulares del PRI, entre ellos Zedillo, favorecieron al guanajuatense; engañaron al electorado de oposición argumentando el voto útil para ungir a Vicente Fox, quien ofrecía sacar a patadas al PRI de Los Pinos. Sin embargo, tras el triunfo, conservó el gabinete económico anterior, no solo mantuvo las acciones tradicionales de privilegios del sistema, sino que siguió operando con la tendencia neoliberal de pro capitalista y de desprecio por las personas del pueblo. El voto útil permitió una alternancia en el poder PRI-PAN pero desde luego ningún cambio sustancial en la condición de ciudadanía o de equidad social. Al final del gobierno panista se operó una elección de Estado que impuso a Calderón debilitando aún más el incipiente proceso democrático del país.
Cuando los mexicanos despertaron del voto útil, durante los gobiernos de Fox y Calderón, el dinosaurio priísta todavía estaba ahí. Regresó más despiadado corrupto y neoliberal con Peña y sus socios multimillonarios. Por ello, ante la pesadilla, cada vez más electores reconocen que los candidatos, sobre todo, definen modelos económicos; más allá de votar por un aspirante se votará por mantener el sistema neoliberal, corrupto y anti soberano, o bien se votará por un modelo de corte social y nacionalista del tipo socialdemocracia, de bienestar para el pueblo. Así, hay peligro para los zagueros que el llamado voto útil, lejos de favorecerle al ungido del dúo, incremente la distancia del puntero.
Fuente: http://www.jornadaveracruz.com.mx/Post.aspx?id=180504_074955_568
Fotografía: elcuadernodepelayo.blogspot.com