Por: Fidel Quiñones Marín. 20/08/2017
Un poco de historia.
José Manuel Roldán, catedrático de Historia Antigua en la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro El imperialismo romano, describe que a petición de distintos emperadores, se hicieron algunos espectáculos basados en las batallas que se desarrollaban en el mar. “En ellas tomaban parte diversas naves magníficamente equipadas aunque de tamaño inferior al de las naves reales, pero sí llenas de gente que maniobraba con ellas y que luchaba y saltaba de una a otra…” A estas representaciones se les denominó naumaquia (del latín naumachia, “batalla naval”).
Otros documentos señalan que la idea de una primera naumaquia se atribuye al emperador Julio César, en el año 46 a.C., en la cual hizo representar una batalla entre fenicios y egipcios que se cree movilizó a 1.000 combatientes y 2.000 remeros en cada flota, todos reclutados entre los prisioneros de guerra, (incluyendo algunos hijos de caballeros y algún pretor)
Las naumaquias, son consideradas el mayor espectáculo de Roma, y se caracterizaban por desarrollar, generalmente, temas históricos realizando “simulacros de combates navales, con una ficción dramática que se acentuaba con la reproducción minuciosa de escenarios y combatientes disfrazados con las ropas de los pueblos que representaban”. Al iniciar este espectáculo, los los naumachiarii (participantes en las naumaquias), pronunciaban la frase “Ave Caesar, morituri te salutant” (“Ave César, los que van a morir te saludan”) como ritual antes del combate correspondiente, pero también como sentencia de muerte, ya que combatientes y remeros, por ser prisioneros de guerra “Su destino era ahogarse o morir matando”
Una relectura.
Culminados los procesos electorales 2017, al estilo de las antiguas naumaquias romanas, el magisterio mexicano se prepara, para beneplácito de las autoridades de la SEP, INEE, SPD y sindicales (nacionales y estatales) para someterse a la tercera edición de la denominada “EDD: Evaluación del Desempeño Docente”. Al igual que en su primer edición, los mecanismos de selección siguen siendo un “secreto” celosamente guardado por las autoridades, para quienes lo importante es cubrir “la cuota estatal”. Así, los “nuevos naumachiarii”, representan en número a su estado de origen y deben alistarse para el mejor desempeño posible que les otorgue el salvoconducto oficial por cuatro años de la permanencia, y en su caso, ser merecedores de alguna recompensa o estímulo.
Luego de la etapa voluntaria, que se desarrolló durante el año 2016, los maestros de educación básica han sido reclutados mediante un correo electrónico, en esta nueva representación serán acompañados por los directores y supervisores (los caballeros y pretores), quienes se suman al proceso para ser ejemplo de los colectivos docentes.
Los destinos ya han sido escritos y así lo refieren quienes son los emisarios de la idoneidad: “ofenden al presidente los opositores de la evaluación” para señalar a quienes se manifiestan en resistencia, “lo punitivo de la evaluación está en no evaluarse” referido a los nuevos despidos en el mes de septiembre de maestros que no atendieron la notificación de las autoridades, “los docentes que hayan cumplido con, al menos, una parte de la evaluación magisterial no serán separados del servicio, sin embargo, corren el riesgo de ser calificados como no idóneos”, para forzar la evaluación completa.
Ante estos escenarios, el docente sometido y vulnerable como los antiguos naumachiarii recordarán el ritual antes del combate: “Aurelio, los que se van a evaluar, te saludan”
Fotografía: hora.md