Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. 16/05/2019
El 14 de mayo, los y las trabajadoras académicas de la Universidad Pedagógica Nacional, sede Ajusco, iniciaron un ciclo de movilizaciones para resistir los planes austericidas del gobierno universitario y de la república; denunciar los recortes del personal; la incertidumbre laboral; la interrupción de pagos; la denuncia de la corrupción y el encubrimiento; así como la preparación del trabajo en común para el congreso universitario.
La primera acción de ese día fue un paro activo de 12 horas y la toma de rectoría; el día siguiente, la asistencia a la mañanera de AMLO; sigue la entrega del pliego de demandas en la subsecretaría de educación superior; y el inicio de un programa permanente de lucha y resistencia.
Los y las académicas de la UPN han entendido que el nuevo gobierno utiliza la lucha contra la corrupción para muchas cosas. Algunas indudablemente benéficas, otras malévolas. Por desgracia a la Universidad Pedagógica Nacional le están afectando las segundas.
Lo que no habían logrado Peña Nieto, Calderón o Fox, lo están consiguiendo AMLO y las nuevas autoridades universitarias. Las restricciones presupuestales, las cuotas de despidos, la retórica del sufrimiento y la pobreza, se traducen en recortes a prestaciones, topes salariales y ahora negativa a continuar el pago de los estímulos al desempeño docente ganados el año pasado.
Se trata de la misma política neoliberal de los gobiernos del PRI y PAN, con otra retórica, pero con los mismos objetivos: disciplinar a los y las trabajadoras, empobrecerlas, hacerlas vivir en la incertidumbre, el desasosiego y la inhibición de toda forma de organización del común.
Suena duro decirlo. A muchos nos repatea que así sea, pero ahí están los datos: ni EPN fue tan duro en las negociaciones para reducir una parte sustantiva de los ingresos del personal académico como AMLO; desde Hacienda se usan los mismos argumentos para disminuir el presupuesto, las mismas órdenes: ¡20% de despidos!.
Son los mismos propósitos y el mismo discurso del Pacto por México para responsabilizar a los profesores: corruptos, buenos para nada, insensibles, privilegiados… Eso ya lo oímos durante seis años para l@s profes de educación básica; ahora resulta que los de las universidades seguimos ese camino: que nosotr@s somos responsables de la inflación artificial de la nómina; que es nuestra culpa que haya administrativos en puestos académicos; que se paguen estímulos a personal administrativo y de confianza; que los presupuestos se entreguen recortados; que no se reconozcan contrataciones; y así, una y otra vez.
Estamos ante un escenario peor al de los años anteriores: ni aumentos salariales por encima de la carestía; ni estímulos; con la carga social del desprestigio, los recortes y la tozudez austericida.
Los estímulos, por ejemplo, se ha dicho que son migajas, es cierto, pero para los ingresos de l@s profesor@s representan mucho. Y además, ya en el terreno de la burla y la humillación, después de no ser responsables de la gestión presupuestal, ¡ahora tenemos que colaborar calladit@s y de buen modo con las estrategias para empobrecernos!
¡Así de buena onda es el gobierno de la 4ª. T y la nueva administración de la Universidad Pedagógica Nacional: ¡No se preocupen, ustedes decidan cómo se van a empobrecer! ¡Ustedes deciden cómo cumplen las órdenes de empobrecerse! ¡Lo que mas les convenga!
¡Esto es inaceptable! No podemos volvernos cómplices de nuestro propio empobrecimiento. ¡No debemos sumirnos en la humillación de la víctima que construyen su propia tumba!
Sabemos muy bien que los escenarios para las luchas académicas no son favorables; la larga huelga de la UAM, de Chapingo, y de muchas otras universidades muestran las dificultades que se tienen para continuar con las protestas convencionales. No las cancela, pero las pone en otra perspectiva. Esto no significa que debamos callarnos, ni asumir, ni colaborar con el empobrecimiento; significa que mas que nunca tenemos que discutir y actuar de forma colectiva, en otros escenarios y con distintos repertorios de movilización.
Para empezar, los y las académicas de la UPN Ajusco han elaborado el siguiente pliego de demandas, así como iniciar un ciclo de resistencias que ponga la transformación de la UPN por delante, que la saque del marasmo institucional y presupuesta, respetando y potenciando los derechos, prestaciones y condiciones laborales de sus trabajador@s.
Pliego de demandas
- Ante la no recontratación de los docentes con plaza de interinos, exigimos la inmediata continuidad de la contratación de estos trabajadores.
- Demandamos la regularización de su situación de inestabilidad laboral mediante concursos de oposición, ya que en algunas Unidades UPN tiene más de 10 años que no se realizan.
- Los trabajadores docentes de base rechazamos el aumento de la carga docente y del número de alumnos por grupo hasta que se aclaré la situación del despido injustificado o como la rectora le llama “al término de la contratación” de los trabajadores docentes con plazas de interinos.
- Exigimos el respeto al pago completo del Estimulo al Desempeño Académico hasta marzo de 2020.
- Presentación por parte de Rectoría de las gestiones realizadas ante la SEP y SHyCP para la transferencia de recursos en la partida 1000, a fin de contar con la suficiencia presupuestaria para el pago del estímulo en cuestión.
- Aumento presupuestal que posibilite remontar el deterioro institucional.
- Regularización financiera de la UPN y transparencia en el ejercicio presupuestal