Por: Jorge Salazar García. 31/08/2017
Indudablemente Sí. De hecho las ha ganado por lo menos en 4 ocasiones (1910, 1929, 1988 y 2006 ) el problema es cómo obligar al sistema a respetar la soberanía del voto. En esas y otras elecciones, la oposición ha impugnado el resultado oficial sin haber logrado revertirlo. Tales reclamos, además de utilizar la vía legal para limpiar la elección, siempre han sido acompañados con movilizaciones, sin éxito. El PRI, para permanecer en el poder los 30 años (programados por Salinas) necesarios para hacer irreversibles las reformas estructurales, pacta con el PAN el traspaso de la silla por 12 años. Por un lado, Fox (2000) traicionó su palabra de acabar con “tepocatas, alimañas y víboras” y terminó durmiendo con ellas en los Pinos; por su parte, Calderón, el soldadito de pomo, incrementando la política de cooptación y terror, fraccionó al país, alejando la posibilidad de conformar, desde las izquierdas, un frente para expulsar electoralmente a los usurpadores del poder.
Poco a poco, pero sistemáticamente, se han ido diseñado los mecanismos para acotar las protestas y movilización social, tales como la ley de seguridad, imposición de funcionarios a modo, alianzas con las otras mafias, control de medios y redes, fuerzas de seguridad adiestradas para reprimir a la población, adquisición de equipo especializado para contener masas, etcétera. Por esta razón, ni las fuerzas sociales dispersas ni las izquierdas partidistas divididas podrán vencer al voraz monstruo que carcome la nación. Para alcanzar ese propósito, es indispensable la vinculación de todas las fuerzas de oposición. Eso, precisamente, deja entrever la candidatura indígena cuando declara que su objetivo es “generar un proceso de reorganización combativa” catalizador de todos los sectores explotados de la sociedad.
Sería utópico pensar en una alianza orgánica, pero no lo es enlazar todas las luchas en torno a objetivos mínimos concretos, que saldrían de un diálogo nacional entre ellas.
Ya no se vale ser ingenuos: la recurrencia del fraude esta asegurada. Pero vencer a Dinosaurios (PRI) y neodinosaurio (PAN) obedientes a los centros financieros del imperio es racionalmente posible. Las condiciones de inseguridad, devastación ambiental, destrucción de la vida comunitaria, secuestros, violaciones, desparecidos, asesinatos, robos y fraudes inherentes al modelo depredador dominante están llegando a límites intolerables: millones de mexicanos se encuentran al borde de la sobrevivencia. El pueblo de México, no tienen alternativa, o reacciona y lucha por el cambio de rumbo o seguirá viviendo bajo el terror y la desesperanza.
El próximo año, 3620 mesías (candidatos a diputados, senadores, gobernadores y presidencia) ofrecerán sus ¿desinteresados? servicios a cambio del voto. Se gastarán 6,788 millones de pesos de nuestros impuestos. Nueve partidos disputarán los sufragios siguiendo el guión que la mercadocracia les escrituró. Ocho de ellos garantizan la profundización del proyecto neoliberal de muerte y sólo uno (MORENA) promete revisar las reformas estructurales y recuperar el sentido social de la Constitución. Sin embargo, al carecer por el momento una estructura electoral completa y vínculos sólidos con las luchas populares del País parece muy difícil pueda alcanzar la imprescindible ventaja que necesita,.
Vencer las fobias
Amplios sectores de la población excluidos, conciben al sistema de partidos como un artilugio diseñado por unos pocos para apropiarse de la riqueza que todos producimos. Son considerados una carga parasitaria insultante para los contribuyentes porque no representan más a que sus dueños o a quienes los patrocinan. Para muchos, esos institutos se han convertido en agencias familiares de colocaciones cuyo registro se sustenta en la ausencia de escrúpulos, no en una militancia participativa y crítica. En definitiva, son ya pesados lastres para el desarrollo democrático del País.
No obstante esta prostitución metástica de la política practicada por los partidos, en lugar de reforzar fobias, debería ser un acicate para asumir el derecho ciudadano de participar en la cosa pública, aunque hoy su hedor llegue hasta Dinamarca. Las posibilidades de triunfo de MORENA en el 2018 son reales, pero se requiere conquistar también la mayoría del congreso y eso será inalcanzable privilegiando sólo alianzas pragmáticas y decisiones cupulares.
La participación organizada de incrédulos y detractores de la partidocracia puede hacer la diferencia; sobre todo, podría detener el saqueo de las riquezas nacionales y evitar más derramamiento de sangre de luchadores sociales. Hay que obligar al Estado a respetar el artículo 39[1] Constitucional con una movilización nacional concertada en torno a la defensa del voto y demandas concretas para quién resultara ganador.
La esperanza de México está en quienes resisten en barrios, pueblos y comunidades que defienden libertades, condenan injusticias, protegen bosques, aguas y fauna de la devastación provocada por la avaricia. Las partes están definidas. El lado oscuro actúa unido en torno a un objetivo: la ganancia desmedida. El lado humano, para dar paso a la vida, tendrá que ligar un nudo gordiano[2] cohesionador de los de abajo: la muerte no es opción.
[1] … Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar
la forma de su gobierno.
[2] Una leyenda de Frigia (Turquía) cuenta que el oráculo predijo sería rey el hombre que llegara en una carreta y tuviera un cuervo en su hombro. Al ver pasar un labrador, llamado Gordias, cubriendo esas señales fue elegido su rey. Este fundó la ciudad Gordión, (siglo III a. C) y en el templo de Zeus, ató su carro con un nudo imposible de desatar.
DOMINGO BREVE JUAN VILLORO
Fotografía: altonivel