Por: Colectivo Insurgencia Magisterial. 07/11/2018
Los espacios públicos se disputan, porque se traducen en poder. El poder público, satisface los intereses de quienes lo detentan y buscan conservarlo a costa de lo que sea. En ese círculo la materia objeto del poder pasa a segundo termino y se convierte solo en el territorio conquistado desde el cual se tejen alianzas y se compran lealtades. Es la lógica del poder para servirse.
Por otro lado, desde una lógica opositora, a veces denominada de izquierda, progresista o democrática, se plantea el poder público como un espacio de servicio. Donde el sujeto-servidor, representa los intereses de los de “abajo” y sus decisiones se alimentan de las voces de la comunidad.
En el tiempo convulso que nos ha tocado vivir, estas dos formas de significar el poder público se igualan, se utiliza la propaganda para montar un show, se dice lo que los ciudadanos quieren oír y se vuelve complicado por los dichos, analizar el perfil de actuación de servidores públicos.
Por ello, en respuesta a esta situación, en el Colectivo Insurgencia Magisterial hemos optado por una metodología que se basa en el análisis de evidencias de actuación para caracterizar el perfil de toma de decisiones de los servidores públicos.
Una exigencia base, para el equipo que se encargará en el gobierno de Cuitláhuac García de tomar decisiones pedagógicas es que se tenga un perfil minimo en esta materia, lo ideal es que fueran normalistas y segundo que tuvieran experiencias en materia de toma decisiones públicas.
La verdadera lucha no fue contra la Reforma educativa impulsada por el Pacto por México, se ubica en la construcción de una nueva educación, una educación no neoliberal, por ello, se necesitan perfiles mínimos. No hay tiempo para improvisaciones. No dudamos de la capacidad de contratación de “equipos” especializados para hacer este trabajo, pero ese sería un grave error, porque reproduce lógicas de mercado que son contra las que luchamos.
Un ejemplo de que la construcción de una educación no neoliberal, no solo es una cuestión de diseño, estriba en lo dicho por Esteban Moctezuma en un Congreso de Educación preescolar hace algunos días, el futuro secretario afirmaba que la educación de la Cuarta transformación debe tener como objetivo el enseñar a los niños a comerse el mundo y no al revés. Por eso es urgente la mirada pedagógica para la construcción de lo “nuevo”, sino se hará un diseño neoliberal desde la llamada izquierda y el Pacto por México habrá ganado.