Por: Mauro Joaquín. Tiempos Modernos. 25/07/2016
Hace algunas horas se llevó a cabo la presentación del Modelo Educativo y la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria. Dicho acto de presentación, llevado a cabo en el Patio de Trabajo de la SEP, y presidido por Aurelio Nuño, contó también con la participación de figuras clave en el proceso político de la Reforma Educativa, quienes acompañaron al secretario de Educación Pública en la “Mesa de Honor”.
Los elegidos a estar al lado de Nuño fueron: Gabino Cué, actual gobernador de Oaxaca y presidente de la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago); Juan Díaz, excolaborador de Elba Esther Gordillo y otrora secretario General de Nueva Alianza, actualmente presidente del Consejo General Sindical del oficialista SNTE; Sylvia Schmelkes, presidenta —por designación— de la Junta de Gobierno del INEE y exintegrante del Consejo Académico de Mexicanos Primero; Sergio López, director del CIDE, arduo defensor de la Evaluación Docente impulsada por la SEP y académico cercano al empresariado nacional y Carlos Mancera, presidente del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación, cercano a Claudio X González (hijo) y a Mexicanos Primero, y redactor, junto con Schmelkes, del documento Specific Policy Recommendations on the Development of a Comprehensive In-Service Teacher Evaluation Framework, editado por la OCDE.
Entre los otros invitados especiales, que no pudieron estar al lado del —hasta hace algunos meses— fuerte presidenciableAurelio Nuño se encontraban: Javier Treviño Cantú, actual subsecretario de educación básica y exvicepresidente de Comunicación y Asuntos Corporativos de CEMEX, ahijado político de Lorenzo Zambrano Treviño —quien fuera hombre fuerte en el selecto Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, magnate del salinismo y compañero de Claudio X. González (padre) en dicho Consejo— y algunos integrantes del Comité Ejecutivo del SNTE. Por supuesto, no podía faltar Claudio X. González (hijo), presidente de Mexicanos Primero y actual referente en el debate sobre el futuro de la educación pública nacional. A todos ellos, entre otros personajes, el secretario Nuño saludó con agrado y procedió a exponer de forma sintética la propuesta del Modelo Educativo 2016.
Como era de esperarse, al más puro estilo del Gobierno Federal, se armó un impactante escenario, en el cual los actores principales tomaron su lugar sin ningún problema. El propio Nuño, quien la hizo de actor principal, se mostró cómodo, tranquilo y convencido de que, tanto los grupos político-empresariales que respaldan su propuesta educativa, como la propuesta misma, son más sólidos que cualquier cuestionamiento, crítica, resistencia o voz disidente, tanto al interior del magisterio nacional, como de la sociedad mexicana en su conjunto.
En su intervención, el secretario expuso algunas ideas principales en torno al nuevo modelo educativo que, según él, entrará íntegramente en vigor hasta el año 2018, debido a su carácter “gradual”. También mencionó las ventajas del nuevo modelo horizontal frente al modelo anterior, de corte vertical y centralizado, entre las que se encuentran, la posibilidad de que más actores se incluyan en el proceso de construcción de conocimientos. A su vez, esta característica del “nuevo modelo” permite que los contenidos de la clase y la enseñanza curricular sean objeto de apertura, a partir de las necesidades de cada población y región. A esto podríamos sumarle muchos etcéteras.
Hay básicamente tres cuestiones que, a la luz de todo esto, me parecen imprescindibles de abordar:
1. La presentación de un “Nuevo Modelo Educativo”, a cuando menos tres años de iniciado el proceso de Reforma, es, cuando menos, irrisorio, y genera muchas dudas. El día de hoy se confirmó que la gran campaña en medios de comunicación sobre las bondades educativas de la Reforma, fue una farsa. ¿Cómo podemos hablar de las bondades educativas de un proyecto que no tiene contenido pedagógico? Parece que el mismo Gobierno Federal le ha dado la razón a la CNTE, ya que —como ellos han argumentado— la Reforma en proceso no ha tenido un carácter educativo, pero sí político-administrativo. Sin un modelo educativo específico, ¿por qué era –es- tan apremiante la evaluación docente y el control sindical, dado que no hay un objetivo pedagógico en el proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿Qué tipo de transformación educativa planteó originalmente la Reforma, si no tenía principios pedagógicos a partir de los cuales criticar y transformar el modelo anterior?
Sin lugar a dudas, la presentación del Modelo Educativo 2016 deja más dudas que certezas, y en lugar de fortalecer la propuesta de Reforma como parte de un proyecto integral de desarrollo nacional, hace más evidente aún los intereses de grupos empresariales y confesionales que, si en otro tiempo jugaron como grupos de presión en torno a la deliberación sobre la educación pública, ahora forman parte orgánica de los cuerpos institucionales y colegiados en materia educativa.
Por otro lado, si observamos con atención, no hay tal “innovación” educativa; el cuerpo “pedagógico” de la Reforma es la reproducción de un discurso empresarial que, sustentado en la economía neoclásica y en cierta sociología funcionalista, ha construido la idea de que la inversión en capital humano, por sí misma, genera mayores oportunidades de desarrollo; un auténtico neodesarrollismo educativo destinado al fracaso en una sociedad con tantos problemas económicos y sociales como la mexicana. Digo, fracaso para las mayorías, para los trabajadores, no para los grandes inversionistas extranjeros y nacionales, beneficiarios del actual patrón dependiente de reproducción capitalista.
2. Otro punto que despierta mi interés es, indudablemente, la conformación tanto de los integrantes de la mesa de Nuño, como de los distinguidos asistentes al evento. Creo que este punto puede ser condensado en una imagen que, para cualquier persona que haya puesto atención a la transmisión del evento, resultó interesante: Juan Díaz, representante del SNTE, acomodando el lugar que será el asiento de Sylvia Schmelkes, mientras los otros integrantes de la mesa, saludan a Nuño, y se secretean mutuamente. Esa imagen —involuntaria— es, por demás, reveladora.
Sabido es que la CNTE ha mantenido una postura de cuestionamiento y negativa a la evaluación docente, tal como está planteada actualmente por el INEE. Por su parte, el SNTE no hizo originalmente observación o reclamo alguno a las determinaciones del INEE en materia de evaluación, hasta que, después de los acontecimientos violentos en Oaxaca, y los asesinatos de Nochixtlán y Hacienda Blanca, las manifestaciones del magisterio se extendieron por casi todo el país, cuestionando profundamente la legitimidad del sindicato oficial. El SNTE sigue ostentando la bandera de representante delinterés general del magisterio, y pese a las ya múltiples muestras de descontento a lo largo y ancho del país, el corporativismo sindical sigue siendo un verdadero lastre difícil de erradicar.
Por su parte, el empresariado mexicano no da tregua en su lucha contra la disidencia magisterial y el “atraso educativo” que, según ellos, es responsabilidad cuasi única de la CNTE. Los dueños del Capital no han permitido que la Reforma, con todo y sus problemas de convencimiento y aplicabilidad, sea objeto de una revisión pública, responsable e incluyente. A través de foros, programas de radio y televisión, contenidos en redes sociales, e incluso amparos, han generado un cerco de protección a su propuesta “educativa” para México. Basta analizar su capacidad tanto de movilización de recursos, como delobby, y su presencia directa en instancias públicas, para ver que los más grandes empresarios de este país, cuyo membrete político es Mexicanos Primero, son los artífices más importantes de este proceso de Reforma, y por ende, los principales aliados de Aurelio Nuño.
3. El último punto se refiere a la propuesta de gobernanza que, según Nuño, permitirá que el sistema educativo desarrolle su potencial a través de la integración de más agentes de la sociedad civil en el proceso educativo. En este sentido, las principales incógnitas surgen a partir de la llamada autogestión escolar, y del que —al parecer— es su complemento, el programa “Escuelas al CIEN”, originalmente llamados “bonos educativos”.
Se ha criticado mucho el hecho de que la llamada “autogestión escolar” sea la puerta de entrada al capital privado en lo que concierne a las necesidades de material e infraestructura del espacio escolar. Aunado a ello, la participación de la Corporación Mexicana de Inversiones de Capital y el Banco Invex en el programa Escuelas al CIEN, ha despertado muchas dudas en integrantes del magisterio y padres de familia, no así entre los empresarios, quienes, como Claudio X. González (hijo), aseguran que los “bonos” son una vía a la mejora de las condiciones de enseñanza. Otro punto importante del programa, es que busca que los Consejos de Participación Social, sean los responsables de la gestión y el seguimiento, quitándole protagonismo a los docentes. La propuesta de gobernanza de la Reforma Educativa parece seguir la tendencia neoliberal a disminuir la capacidad del sector público en la vida económica y social, y permitir que esos espacios sean ocupados por “entidades de la sociedad civil” que tengan los recursos suficientes para prestar algún servicio.
Podrían comentarse más elementos del Nuevo Modelo Educativo, no obstante lo cierto es que éste no es producto de un diálogo efectivo con quienes trabajan día con día en las aulas, y quienes conocen el “México profundo” que la tecnocracia nacional ha dejado de lado. Por ende, una propuesta educativa que desconoce las circunstancias sociales de la educación, está construyendo ideas en el aire, a partir de un México inexistente. El bloque de la Reforma se ha desenmascarado paulatinamente, y en este sentido, la oligarquización de la política educativa no puede ser contrarrestada si no es con el diálogo amplio y la participación magisterial y popular.
Fuente: http://tmposmodernos.com/2016/07/21/los-aliados-de-nuno-y-el-futuro-de-la-educacion-mexicana/
Fotografía: quidnoticias