Por: Oswualdo Antonio González. 05/10/2016
La esperanza, fue la bandera que MORENA enarboló durante el pasado proceso electoral, la cual se articuló alrededor de tres principios: No Robar, No Mentir, No Traicionar. Pero el proceso electoral ha concluido y no queda claro cuál será la agenda legislativa que van a impulsar los Diputados electos por MORENA.
La esperanza como síntesis de la mercadotecnia electoral y el no robar, no mentir y no traicionar, sirven como horizonte que perfila el contorno de una nueva práctica legislativa, pero aún no es práctica, corre el riesgo de quedarse en retórica, en promesas huecas, en algo que se aspira pero que se niega con el actuar cotidiano.
Las prácticas igualan a los partidos
Hasta este momento no hay diferencia en el actuar de MORENA con los demás partidos. La opacidad y la desconexión con sus votantes son evidentes. No hay forma que sepamos que prioridades van a impulsar. Todos actúan como si la ciudadanía les hubiera dado un cheque en blanco y por tanto, una vez electos, ellos pudieran actuar como se les dé la gana. Todos rehúyen en la práctica a la democracia participativa.
En educación, se avecina un desastre para MORENA
En educación MORENA se ha equivocado. Actúa igual que el PRI, concibiendo a los maestros como homogéneos, que obedecen ciegamente a un “liderazgo”, tal como lo hace el PRI con el Equipo político de los Callejas. Hay un mal diagnóstico y en consecuencia las decisiones que se están tomando son equivocadas.
Urge en MORENA una política de inclusión, con información abierta y transparente. No hacerlo, provocará que los vicios internos del subgrupo en el que ahora han delegado la “representación” del magisterio, se trasladen al trabajo legislativo, con el consecuente resquebrajamiento de la esperanza que tanto trabajo ha costado construir.
MORENA no es una persona, es la posibilidad de estructurar una agenda pública en educación, que sea distinta a la que representa el Equipo político y el cual también tendrá un Diputado.
La esperanza se tiene que traducir en agenda, de otra forma, los legisladores electos serán los peores enemigos de MORENA.
La transparencia y la rendición de cuentas, una práctica que puede diferenciar a MORENA
No basta con No mentir, No robar, No traicionar, se tiene que ser efectivos en el impulso de un abanico de iniciativas que sean capaces de erosionar el excesivo poder que ha concentrado el gobierno y por otro lado, construir contrapesos ciudadanos que imposibiliten la existencia de gobiernos como el de Javier Duarte.
Un primer paso es la transparencia en el quehacer público de los Diputados electos. ¿Qué están haciendo? ¿Qué prioridades asumen con los electores de su Distrito? ¿Qué mecanismos participativos están impulsando? ¿Cómo se puede comunicar la ciudadanía con ellos? Este ejercicio mínimo de transparencia, permitiría un posterior ejercicio de rendición de cuentas. De no hacerlo, harán lo que quieran y puedan, como lo hacen los demás diputados.
¿Serán capaces los Diputados electos por MORENA de impulsar prácticas legislativas distintas? Hasta este momento su práctica no se diferencia de los otros partidos, ojalá eso pueda cambiar.
Un primer paso podría ser el tejido de una red de educadores afines a MORENA que apuntalen una agenda legislativa más allá del Diputado-maestro electo. El tiempo avanza y los costos de las decisiones se deberán asumir a la vuelta de la esquina.