“Se trata de detener y revertir el desvío de poder orientado a la imposición de un modelo insostenible que solamente sirve al interés económico de unos pocos” (TPP)[i]
Jorge Salazar García. 09/07/2018
Con una votación insólita (53 %) el pasado 1 de julio un partido de oposición y de reciente creación (4 años) conquistó ¡pacíficamente! el “triunfo rotundo, contundente, legal e inobjetable” como dijera en 1988 Jorge de la Vega Domínguez, líder del PRI, para imponer (1988) a Carlos Salinas de Gortari en la presidencia. Aunque las encuestadoras pronosticaban que AMLO ganaría la presidencia muy pocos llegaron a imaginar que lo haría aventajando 2 a 1 al segundo lugar y 4 a 1 al partido del gobierno. En general, la participación electoral rebasó el 60 por ciento del padrón, pero hubo casillas donde sorpresivamente los sufragistas superaron el 80 %, mejorando con creces las más altas expectativas. Los analistas políticos e investigadores sociales tendrán, durante años, material de sobra para construir una explicación objetiva que muestre en qué medida, el hartazgo (rechazo) de injusticia e impunidades, el liderazgo de Andrés Manuel y el trabajo casa por casa fueron determinantes para arrasar a sus poderosos contrincantes.
Por otra parte, esta claro que los otros partidos (PRI, PAN, PRD, MC y Verde) al traicionar a sus bases militantes trotacalles y tocapuertas fueron castigados en esta elección, y sin duda seguirá ocurriendo de continuar conduciéndolos bajo criterios cupulares y patrimonialista. Incluso, dentro de 3 años podrían perder su registro, como ya sucedió con Nueva Alianza y Encuentro Social. Lo cual, por cierto no sería malo ya que la sociedad se ahorraría el gasto destinado a esas entidades públicas. Con esto no se propone su desaparición pero si que los partidos sean mantenidos con las cuotas de militantes convencidos y capacitados conforme al proyecto ideológico que representan.
Volviendo al tsunami del domingo antepasado, también debe destacarse como causante al resentimiento y enojo acumulados durante 8 décadas por tanto abuso. Desde Salinas los ojos y oídos del Sistema fueron tapados para no escuchar ni oír a las mayorías y hoy estas les pasan la factura. Los números no mienten, MORENA gana la mayoría en gubernaturas (5 o 6 de 9), cámara baja (305 de 500 diputados) y cámara alta (74 de 128 senadores) de acuerdo a los últimos reportes; y esto le otorga, además de legitimidad, una enorme responsabilidad para no defraudar a más de 30 millones de mexicanos que le depositaron su confianza, no un cheque en blanco para convertirse en lo mismo combatido. La gente no quiere más partidos corrompidos, que operan como agencia de colocaciones para oportunistas mediocres; y se ha dado cuenta que tiene el poder para botarlos cuando le fallen. El partido de AMLO, para no transformarse en lo que repudió, debe separarse del gobierno y volver a mirar hacia adentro recuperando su vida estatutaria relegada. Ningún funcionario (de cualquier nivel) debería intervenir para imponer dirigencias ni apoyar corrientes; de hacerlo, estaría defraudando a la misma Nación por violentar su juramento de gobernar para todos.
Abrazamos solidariamente a la nobleza insurrecta de los ciudadanos sin partido, de los militantes olvidados del PRI y de los traicionados en el PAN y de otros quienes dieron su voto a los candidatos de MORENA convirtiendo su justificada indignación en una fuerza pacifica insurrecta. Son tiempos de reivindicación ética y rectificación política; todas las manos bien intencionadas son necesarias para reconstruir esta patria desbastada. Juntos, iguales y diferentes tienen el deber de construir esa “muralla que vaya desde la playa hasta el monte”( https://www.youtube.com/watch?v=H9sEeB94T6o)[2] para no dejar pasar la serpiente, el sable del coronel ni el veneno que destruyan la esperanza que ha renacido en México.
¡En hora buena el triunfo de Cuitláhuac García Jiménez en Veracruz!
[1] Tomado de la Poesía del poeta y escrito cubano Nicolás Guillen (1902-1989), “La muralla” hecha canción por el grupo chileno Quilapayún.
[2] Tribunal Permanente de los Pueblos; Audiencia Final, Sentencia. México, noviembre de 2014, p. 116.