Por: Ernesto Núñez. Reforma. 06/04/2018
Tatiana Clouthier Carrillo tiene muy claro que los contendientes de Andrés Manuel López Obrador siguen siendo el PRI y el PAN, aunque sus dirigentes lleguen al arranque de las campañas aparentemente confrontados.
“Decía mi papá que nunca hemos visto que un marrano suelte la mazorca por sí solo… y aquí hablamos del PRIAN, no hablamos nada más del PRI”.
La coordinadora general de la campaña de López Obrador define la elección de 2018 como un plebiscito: AMLO sí o no. Y vislumbra una ruta: consolidar la ventaja que hoy le dan todas las encuestas al tabasqueño, convenciendo a los electores a quienes aún les cala aquello del “peligro para México”.
“El reto es poder actuar con la velocidad que se requiere ante tantos cambios que surgen en la dinámica propia de la elección. Ése es el gran reto: tener la capacidad de virar con la rapidez que se tenga que hacer”, explica.
-¿Se pondrán las cosas como en 2006, con muchos actores jugando para que no llegue López Obrador? -se le cuestiona.
-Yo te pregunto si no empezó ya…
-¿Ya lo ven así?
-¿A poco no? Dime Pejeleaks; ve todos los que están metidos ahí, ve todos los que pagan, nomás que escondidos y sin dar la cara.
-¿Ven la posibilidad de que el PRIAN se alíe nuevamente para detener a AMLO?
-¿Tienes dudas?
-Cuando se les ve pelear, es para dudar un poco, ¿no?
-¿Qué es lo que peleaban? Ve cómo han jugado en 2006 y 2012, y la respuesta está ahí.
-¿Entonces va Andrés Manuel contra todos?
-No. Todos quieren ir contra Andrés Manuel, que es distinto. Andrés Manuel va a favor de quienes quieran cambiar este país.
“Calladita”, Tatiana Clouthier Carrillo (Sinaloa, 1964) votó por Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2006. Tenía poco más de un año de haber renunciado al PAN (marzo de 2005), por diferencias con el entonces dirigente, Manuel Espino.
En abril del mismo año, como diputada federal sin partido, la hija de Manuel Clouthier, El Maquío, votó en contra del desafuero de López Obrador.
En esas circunstancias, aunque había militado 15 años en Acción Nacional, decidió no votar por Felipe Calderón en las elecciones de 2006. Esto, a pesar de su amistad con cuadros distinguidos del panismo que también aborrecían a Manuel Espino, como Germán Martínez, entonces estratega y abogado de Calderón, quien hoy también juega en el equipo de AMLO.
En 2012, menos callada, Tatiana Clouthier volvió a votar por López Obrador.
Y hoy, coordina la campaña de Morena.
Es una coordinadora echada para adelante, activa en Twitter, abierta a debatir lo que sea y con quien sea, pero cauta y desconfiada cuando se le pregunta por la estrategia de campaña.
“Tenemos como objetivo muy claro sostener la ventaja, por la necesidad que se tiene en dos vertientes: una, lo que pueda suceder parecido a lo que ocurrió en Estado de México y Coahuila, y dos, se requiere una ventaja amplia para poder hacer que los puentes que se tiendan sean más suaves para todos”, comenta.
Cuando se le pregunta cómo enfrentarán un operativo nacional de compra y coacción del voto como el que denunciaron Morena y Delfina Gómez en las elecciones del año pasado en el Estado de México, Tatiana se retrae.
“Pues es parte del trabajo y, si te digo el cómo, te estaría dando las llaves del corazón de mi marido… Estamos trabajando en eso”.
Lo mismo responde cuando se le pregunta cómo funciona el “war room” de Andrés Manuel.
“Nos reunimos… y no es él nomás… pero que yo te comparta lo que hacemos es compartirte el corazón de la estrategia, lo que no te debo compartir… Los secretos no te los voy a compartir”.
Lo que sí comparte Tatiana es su definición de López Obrador en 2018, en comparación con el de 2006 y 2012.
“Veo a un Andrés más maduro, más asentado, con mucho más claridad de lo que se tiene que hacer para lidiar con un país que se encuentra en circunstancias muy especiales, y veo a un Andrés Manuel con enormes capacidades conciliatorias y de tender puentes, contrario a lo que muchos esperarían”.
Insiste en que, en esta tercera campaña, López Obrador está más abierto a conciliar y a responder con mayor rapidez ante los cuestionamientos que se le hacen.
Pone como ejemplo el nuevo aeropuerto, un tema que el PRI y el gobierno comenzaban a convertir en un tópico de su campaña contra Morena.
“Cuando digo virar no digo cambiar de postura, es distinto. Por ejemplo, el aeropuerto. Muestra la circunstancia propia del proyecto y es capaz de decir: vamos a revisarlo juntos, vamos a analizar el problema, vamos a tomar las mejores decisiones, lo que le convenga al país, pero una vez que hayamos visto si hay mugrero o no lo hay en términos de corrupción”, señala.
-¿Han superado ya eso de “la estrategia soy yo”? -se le cuestiona.
-No podemos negar que los candidatos son los candidatos, y creo que hay diferentes matices en esto. Y me regreso a cómo ha cambiado la elección: primero que nada, Andrés juega con un equipo, y eso es evidente; por ejemplo, el rol que juega ya el equipo que nombró en caso de que las cosas salgan bien, el equipo con el que gobernaremos. Ellos ya son actores, andan por el país, trabajando, dando la cara. Ahí se rompe esa matriz de que es Andrés Manuel solo. Ya no aplica eso.
Tatiana Clouthier carga una agenda color marrón en la que se la pasa anotando nombres, citas, lugares, teléfonos…
Atiende la entrevista en la terraza de un café, en la avenida Presidente Masaryk, antes de trasladarse al aeropuerto para viajar a Monterrey, donde aún reside con su esposo y sus hijos.
Coordinar la campaña del puntero en las encuestas le ha cambiado la vida, pero no el estilo.
Con su acento norteño, retoma frases de su padre, El Maquío, y habla con cariño de su familia.
Su hermano Manuel vive en Sinaloa, y es candidato al Senado por la vía independiente.
Su hermana Rebeca sigue en el PAN, apoya a Ricardo Anaya, y este año será candidata a la alcaldía de San Pedro Garza García, a la que Tatiana aspiró como candidata ciudadana en 2009.
Lorena, otra de sus hermanas, apoya la candidatura presidencial de la también ex panista Margarita Zavala.
Hacer el recuento de su vida familiar, le sirve como argumento para defender algunas de las alianzas polémicas que ha hecho López Obrador en esta campaña, como la del entorno de la maestra Elba Esther Gordillo.
“Somos 11 hermanos, y si a cada uno de mis hermanos lo vas a juzgar de acuerdo a lo que te conviene de esos tres ejes, pues no, no es aplicable. Cuando me dices el hijo de…, la hermana de…, el nieto de…, el yerno de…, no la tomo. Etiquetar a las personas es una predestinación, en la que le estás quitando al ser humano la capacidad de avanzar hacia dónde quiere, porque ya lo estás prejuzgando”.
Tatiana Clouthier es de respuestas rápidas y directas. No se enreda en explicaciones sofisticadas. Tiene prisa. Y no se confía.
“Si hubiera soberbia, no estaríamos trabajando como estamos trabajando. Andrés Manuel no deja de trabajar un solo día”, señala.
-Hay quien ve esto ya definido en favor de López Obrador -se le provoca.
-Esto es como el beisbol: no se acaba el juego hasta que se mete el último out y se acaba la última entrada -contesta.
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Fotografía: Carlos Figueroa Ramirez