Por Luz Andrea González Hernández. Alumna del 6º semestre (grupo A) de la Licenciatura en Educación Física de la BENV. 25 de mayo de 2019
El pasado miércoles 22 de mayo del presente año, en la clase de gestión escolar se debatió el tema acerca del inicio, presente y futuro de la educación física. Mis compañeros que tuvieron posturas a favor y en contra dieron sus puntos de vista de los aciertos y errores de la asignatura de educación física.
Para iniciar el debate, comenzaron a explicar que la educación física de hoy en día, está comprometida con que el alumno desarrolle su motricidad y su interacción social. Sin embargo, yo creo que es más que eso. Sí nos ponemos a observar a los niños en las escuelas, cuando se les dicen que saldrán a la clase de educación física, a la mayoría de ellos les cambia la cara, se emocionan demasiado, se les nota la felicidad en los ojos, porque en la clase de educación física. aprender y se divierten.
Hablando acerca de la implementación de la educación física en las escuelas, anteriormente era un estilo militarizado que hacía que los niños imitaran y se reprimieran. El pasado fue duro y difícil, muchos adultos mayores sufrieron esos “abusos” y son momentos que quizá no los hayan podido olvidar. Sin embargo, con el paso del tiempo, las personas que realizan los planes de estudios de las escuelas en general, fueron evolucionando y buscando una mejor educación para un futuro exitoso de los niños.
En estos tiempos, ya existen enfoques pedagógicos que pretenden apoyar al niño y alentarnos a expresarse con libertad, a que sean independientes y sepan tomar decisiones, a que lleven una vida saludable, a que hagan actividades físicas, a mejorar su lado cognitivo y analizador, que conozcan su cuerpo como una unidad de sus partes, etc. La educación física nos proporciona muchas herramientas para poder lograrlo.
Sabemos que la mayoría de la sociedad piensa que el educador físico es un flojo que no le gusta trabajar, o que la educación física es una pérdida de tiempo; y al estar en el debate, me impactó escuchar una pregunta: ¿Cómo cambiar el pensamiento de estos adultos mayores?
La respuesta a aquella cuestión se dio explicando que las emociones que los educadores físicos causan en los niños dentro de las clases de educación física, fomentan que, al llegar a sus casas, los pequeños expresen libremente lo que sintieron, lo que hicieron y lo que aprendieron, esto provoca que todos en sus casas analicen las ideas que tienen del educador físico y logren hacerlos cambiar de opinión.
Otra pregunta que surgió fue ¿la educación física se enfoca en las necesidades que tienen en las escuelas? y la triste realidad es que no, los educadores físicos tratamos de adaptarnos, pero luego los mismos directores o supervisores crean eventos deportivos para competir en diversos deportes, haciendo así, que los profesores y los niños se enfoquen a entrenar y limitar sus sentimientos. Sin embargo, creo solemnemente, que no siempre se harán esos eventos, se debe tener una buena organización, planear y adecuar lo mas posible para que los alumnos adquieran las habilidades de acuerdo a su ciclo escolar. Y así tener tiempo para trabajar cuando se tengan eventos deportivos.
La frase que rondó más en mi cabeza al estar dentro del debate fue “el futuro es incierto”, pero creo en el presente, creo que los educadores físicos y los que realizan los planes de estudio, están acertando para superar las deficiencias de los alumnos de las escuelas de educación básica y eso permitirá que en un futuro los alumnos se vuelvan adultos y tengan una salud mental y física mejorada, puesto que en México hay mucha obesidad y hay que hacer, entre otras cosas; un cambio en nuestros hábitos.
Fuente: Curso de Gestión Escolar, 6o semestre, grupo A, licenciatura en Educación Física, Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”.
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