Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza. 05/06/2018
Luego de su oficialización en el Diario Oficial de la Federación el 29 de junio de 2017, las acciones gubernamentales para aplicar el Nuevo Modelo Educativo (NME), no se detuvieron. Como señalamos hace una semana en La autonomía curricular. Mismo sueldo, más trabajo, menos libertad, la SEP definió una ruta de implementación muy detallada para cada uno de sus componentes.
Tras bombardearnos con anuncios colocados en el transporte público, la radio y las televisoras, con un costo que se elevó 2,680% más de lo autorizado por el Congreso (Multimillonario gasto de la SEP en propaganda), la seductora retórica oficial del NME, capaz de envolver propósitos perversos en seda, hoy comienza a mostrar las verdaderas intenciones de los cambios promovidos desde hace seis años, particularmente en relación con lo que hay detrás de la llamada autonomía curricular.
Casi dos meses después de la publicación del NME, la SEP dio a conocer otro documento más pequeño (La autonomía curricular en el Nuevo Modelo Educativo) en el que asegura que la autonomía curricular permitirá atender intereses y necesidades específicas de cada estudiante y de esta manera, se hará realidad una educación inclusiva. El hecho de que en el discurso oficial a cada escuela pública se le reconozca la facultad de decidir parte del currículo, podría entusiasmar a cualquiera. Sin embargo, la SEP ha sido muy clara al señalar el límite de esta facultad: será ella, haciendo uso de las atribuciones que la ley le otorga -como acostumbra decir-, la que normará los espacios de autonomía curricular, es decir, dirá qué sí y qué no pueden incluir las escuelas.
La capacidad de decidir que supuestamente reconoce el NME a las escuelas, es puesta en duda por la propia SEP, evidenciando los límites de una autonomía decretada. En realidad, las escuelas no son tan autónomaS como nos han querido hacer creer. Sus opciones de cursos o clubes, como se les conoce ahora, deben responder a cinco ámbitos previamente definidos: ampliar la formación académica; potenciar el desarrollo personal y social; nuevos contenidos relevantes; conocimientos regionales y proyectos de impacto social.
No faltará quien piense que exageramos; la definición es tan amplia, que en estos ámbitos pueden tener cabida toda clase de propuestas, y eso no reduce en absoluto el ejercicio efectivo de la autonomía curricular en cada escuela. Nada más alejado de la realidad; a juzgar por el modo en que ya se está instrumentando, la definición anticipada de ámbitos de autonomía, es solo la punta del iceberg; existen varios filtros, controles y restricciones que parecen recordarle constantemente a las escuelas, quién manda. Veamos por qué.
- Fase Cero: cero improvisación
Para instrumentar la autonomía curricular, la SEP llevó a cabo la llamada Fase Cero entre junio de 2017 a junio de 2018. Participaron 1,162 escuelas de los tres niveles de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) en 16 entidades federativas. Esta muestra representa aproximadamente un 5% del total nacional de escuelas públicas. La Subsecretaría de Educación Básica encabezó el proceso, a través de la Dirección General de Desarrollo Curricular (DGDC), el SIGED y las Autoridades Educativas Locales, instancias que participaron en forma directa.
¿En qué consistió esta Fase Cero? Básicamente, en poner a prueba, o pilotear como gustan decir los funcionarios, una estrategia de evaluación para determinar lo que la SEP ha llamado nivel de capacidad organizacional y madurez de la escuela para ejercer la autonomía curricular. Es decir, la SEP dirá qué tan desarrollada y “madura” es una escuela, ya que al parecer, por sí mismas no son capaces de hacerlo. El referente principal de esa madurez y nivel de desarrollo, es ni más ni menos que el nivel de logro de los alumnos.
¿Cómo funciona esta evaluación? En el SIGED ya se encuentra habilitada una sección denominada “Componente Autonomía Curricular”. Los directores, previamente dados de alta por su respectivo supervisor, deben llenar una cédula que consta de cinco formularios: plantilla del personal docente; indicadores educativos; ruta de mejora escolar; normalidad mínima escolar; autoevaluación del director (Tutorial para generar cédula de capacidad organizacional) .
Una vez completados los campos de todos los formularios, el sistema calcula la capacidad organizacional que tiene la escuela, ubicándola automáticamente en un determinado nivel, en función del cual se condiciona la elección de ámbitos de autonomía curricular y número de clubes a elegir. Cuando los directores han llenado la cédula, deben imprimirla como comprobante del nivel de capacidad y madurez organizacional de la escuela. Cubierto este paso, ingresan al módulo de la oferta educativa de los clubes.
Llegados a este punto, toda esa retórica edulcorada que asegura que la autonomía curricular atiende a los principios de la educación inclusiva, laica y gratuita, se desvanece al instante; la cara de los negocios emerge inocultable.
- El ofertón de los clubes
“Bienvenido al portal de propuestas curriculares”; así recibe el Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED) a los interesados en conocer los contenidos educativos que, según el mensaje inicial, están “basados en las necesidades y contextos específicos de los alumnos” (Portal de propuestas curriculares). Inevitablemente uno se pregunta: ¿a qué necesidades se referirá ese mensaje?, ¿a qué alumnos de qué contextos específicos se refiere un sistema cuya función principal es clasificar y uniformar?
Al navegar en el sitio, el usuario va de sorpresa en sorpresa. Todavía no se ha generalizado la aplicación del modelo educativo y en este portal ya existe un número importante de cursos ofrecidos principalmente por entidades privadas, muchas de ellas multinacionales o filiales de empresas globales.
La oferta abarca todos los ámbitos de autonomía curricular para preescolar, primaria y secundaria; algunas empresas ofrecen cursos en toda la república, otras nada más en algunas entidades, pero todas prometen materiales y apoyos cuyo costo NO se especifica, a menos que los incautos se comuniquen directamente a la empresa para pedir informes. De igual manera, establecen requerimientos tecnológicos mínimos, asesoría y cursos a docentes, a alumnos o a ambos, según sea el caso. También anuncian ventajas a los primeros contratantes, cual telemarketing. Veamos algunos ejemplos.
- El viaje de emprender, ofertado por Comercio Internacional Mexicano S.A. de C.V.; en su currículum institucional se ostenta como Ganadora del Premio Nacional de Exportación en la categoría “Comercializadora PYME” (2009), también del Premio Nacional de la Franquicia Novata otorgado por la Asociación Mexicana de Franquicias (2015). Este programa aparece mencionado doce veces en cuatro de los cinco ámbitos de autonomía curricular: formación académica, desarrollo personal y social, nuevos contenidos relevantes y proyectos de impacto social.
- El valor de las cosas, curso sobre los factores sociales, individuales, culturales y ambientales que orientan las decisiones económicas. Es ofrecido por la corporación Santillana en todos los estados de la República.
- Comprendiendo mi entorno natural, ofrecido por Videonet, “empresa 100% mexicana con más de 20 años de experiencia, dedicada a la distribución de soluciones tecnológicas para instituciones educativas y empresas tanto del sector público como privado”, dice en la plataforma del SIGED. Para animar a los clientes potenciales, “se ofertarán tres lecciones gratuitas con duración aproximada de 3 a 5 sesiones”.
- Sentido numérico y pensamiento flexible, es ofrecido por la corporación Trillas, la misma que desde hace varias décadas elabora y vende libros de texto en México. La autonomía curricular representa una oportunidad de expandir sus negocios.
- Programa de Robótica, ofrecido por Edacom, distribuidor oficial del grupo LEGO en México. También aquí hay ofertones: las primeras 8 escuelas que se inscriban tendrán el equipamiento para 20 alumnos y todos los elementos de este programa. Las escuelas beneficiadas deben comprometerse a entregar un portafolio de evidencias y al menos dos videos para evidenciar las mejores prácticas en el aula.
- Imagina+Reflexiona+Crea+Actúa. Ofrecido por Educación para compartir, una organización multinacional cuyo currículum institucional consigna que sus programas se han implementado en Estados Unidos, Guatemala, Argentina y República Dominicana; fueron finalistas del premio internacional WISE a la innovación educativa (2016) y ponentes en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza (2014).
- El dinero en México, diseñado e impartido ni más ni menos que por el Banco de México, para que los estudiantes de primaria tomen conciencia del papel que juega el dinero en sus vidas y se familiaricen con conceptos económicos y financieros.
- Activación de inteligencias es ofrecido por empresas SM, con presencia en toda Iberoamérica a través de su fundación y el área editorial.
- The Magazine, enseñanza del inglés. Ofrecido por The Improving Company, empresa especializada en recursos educativos llevados a cabo a través del arte y del desarrollo de las inteligencias múltiples, en España sus productos se imparten (sic) en escuelas públicas, concertadas y particulares, tiene alianzas con BEDA, programa de Bilingüismo de FERE-CECA, centros católicos de alto rendimiento académico y social, colabora con Cambridge English y Editorial Macmillan, entre otras.
- Amor por la lectura, club ofrecido por la Fundación para el Conocimiento y Cultura Digital (FUNCO) que participó en los pilotos de tabletas para la educación primaria, ha desarrollado y trabajado con docentes en la creación de materiales para lengua, ciencias y matemáticas de primaria y secundaria, como también en educación media superior y superior. Trabaja en todos los estados
- El viaje de emprender. Se ofrece en 26 estados.
- Finanzas para niños. Construye tu proyecto, impartido ni más ni menos que por Citibanamex Educación Financiera.
Esta es solo una pequeña muestra de la gran variedad de productos –como gustan llamarlos-, que ofrecen diversas empresas multinacionales como opciones de clubes para hacer realidad la autonomía curricular.
Si bien es cierto que en el catálogo de propuestas de clubes existen algunas generadas por entidades públicas, como el programa Alas y Raíces de la Secretaría de Cultura, también lo es que predominan propuestas de organizaciones y grupos que venden servicios, así que ¡alguien tendrá que pagar el costo! Y no será la SEP, sino los directivos, maestros y padres de familia.
- Peligros detrás de la ilusión
El ciclo escolar 2018-2019 inaugura una nueva etapa de la reforma educativa; de ahora en adelante las empresas tendrán abiertas las puertas de las escuelas públicas de par en par. Veremos desfilar a los mercaderes tratando de convencer a los consumidores que su propuesta es la mejor.
La SEP ha diseñado una estrategia para aplicar la autonomía curricular que le permite mantener el control de las decisiones que tomen las escuelas, al tiempo que facilita las condiciones para que las multinacionales se beneficien de un fresco y muy atractivo mercado educativo. Ha aprendido y muy bien, los métodos utilizados por los empresarios: definiciones y acciones estratégicas y trabajo en red, aprovechando las relaciones de interés que ha establecido desde hace ya varios años con el sector privado.
Recapitulando: la estrategia para instrumentar la autonomía curricular, está encaminada a controlar las elecciones de las escuelas a través de una cuestionable evaluación de capacidades y madurez organizacional; al mismo tiempo, le permite presionar a las escuelas para el cumplimiento de la normalidad mínima y la ruta de mejora; finalmente, le asegura el sostenimiento de la demanda de clubes. Frente a esta situación, advertimos algunos peligros inmediatos:
- No hay peor ciego que el que no quiere ver. Creer que todo este entramado perverso es una mera ocurrencia de la SEP, es un tremendo error. Aquí NO hay ocurrencias sino puro cálculo político; la SEP ha venido armando junto con el cártel de la reforma educativa, un modelo de desangramiento de la escuela pública.
- La autonomía curricular, tal como fue concebida, entrará en operación en todas las escuelas dentro de aproximadamente dos meses. En esto que hemos llamado la guerra por el territorio educativo, constituye un medio para consumar lo que podríamos considerar como la estocada final a la escuela pública.
- Decir que el nuevo modelo educativo y la autonomía curricular es más de lo mismo, es negar lo que más temprano que tarde terminará afectándonos a todos. Lo que viene es la consumación del avasallamiento del sector privado sobre el sistema educativo. Esto tendrá un fuerte impacto en la educación que reciban niños y jóvenes; a la postre, no hará sino empobrecer más la ya de por sí deteriorada escuela pública, sin contar la profundización de las desigualdades.
De seguir la ruta de la expoliación del territorio educativo que ha marcado la reforma educativa, no nos extrañe que el día de mañana veamos desfilar por las aulas a personajes de la farándula “enseñando” a niñas pobres a cuidar su imagen, como sucede en Argentina (La profe Valeria Mazza)
¿Qué hacer? ¿Qué harán las maestras ante todo esto? ¿Qué harán los padres de familia? ¿Qué haremos todos y todas frente a esta andanada transexenal que cada vez queda más clara y pretende precarizar al magisterio, convertir la escuela en centro de adoctrinamiento neoliberal desde la más tierna infancia, en un espacio de producción de sujetos neoliberales, eternos consumidores-deudores y la cereza en el pastel-, un lugar de negocios privados para empresas y bancos?
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