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Por: Fidel Quiñones Marín. 06/08/2016
El pasado viernes 24 de junio del año en curso, dentro de las actividades del Congreso Nacional “Las escuelas Normales: Una mirada hacia el futuro de la Educación Pública” organizado en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, se realizó la conferencia “Retos del formador de docentes de cara a las tendencias en política educativa” por parte del Dr. Manuel Gil Antón, correspondiente a la línea temática 5: Modelos de educación Normal y perfil de los docentes. En representación del Profr. Fidel Hernández Fernández, director de la Escuela Normal Veracruzana, la recepción y bienvenida al ponente estuvo a cargo del maestro Oswualdo Antonio González, maestro normalista y director del Portal Insurgencia Magisterial.
El futuro del normalismo es la herejía.
La conferencia inició con la propuesta por parte del Dr. Manuel Gil Antón de realizar un diálogo a partir de la herejía: “Me parece que el normalismo tiene futuro si se atreve a ser hereje. No si se complace en el pasado. Si se atreve a renovar su tradición, que es imprescindible en el país, pero con autocrítica, con mucho sentido de los tiempo que vivimos y de la gran responsabilidad que hay sobre ello”. Continúo señalando que “Hoy en México es imposible hablar de educación si antes recordar (recordar es meter en el corazón) a los que han sido acallados brutalmente (en Ayotzinapa y Nochixtlan). El silencio de la muerte es el límite radical del silencio que se ha impuesto, ante el sometimiento que el poder llama Reforma. La forma más radical de silenciar a alguien es quitarle la vida, pero antes la Reforma se fundó en quitarle el habla al magisterio y parte de la afrenta de considerarle incapaz de hablar. Estamos ante el limite y por eso es correcto decir, que esta reforma, deforma, porque anula la palabra de los que saben hablar. Sus promotores dialogan con el espejo de su ignorancia arrogante. No se puede hablar de educación en México sin reinvindicar el valor de la rebeldía que revela la dignidad del derecho a la palabra”.
El conocimiento y el oficio pedagógico.
Al abordar los retos que enfrenta el formador de docentes, el Dr. Gil Antón recordó a Andoni Garritz para apuntar que un docente no es una persona conocedora de todo un campo de conocimiento, no es un especialista en una disciplina: sino más bien “los profesores son intelectuales que no se forman para saber todo, son intelectuales que tienen dominio pedagógico del conocimiento a enseñar”.
En este momento de la conferencia compartió las palabras de su maestro y amigo, al Dr. Alberto Arnaut (presente entre el auditorio) “los profesionales de la docencia no son los profesores de la universidad, los profesionales de la docencia son los profesores de educación básica” para enfatizar que es en las normales, es en las escuelas que tiene como vocación la formación de profesores donde se sabe y se procura contar con un arsenal de recursos pedagógicos (que no son triviales) para proponer el contenido a enseñar.
Lamentó que actualmente el Secretario de Educación anuncie (como si eso fuera un progreso) que de ahora en adelante “cualquiera que tenga una licenciatura puede dar clases”, lo cual es muy dañino para el país. “Necesitamos preservar espacios especializados en el conocimiento, acompañados de una escuela anexa, donde se ejercite el dominio pedagógico necesario. No es trivial ser profesor”.
Los profesores son los intelectuales más importantes del país.
El doctor Manuel Gil Antón recordó su anterior visita a la escuela Normal Veracruzana, para refrendar una de sus afirmaciones: “El país está equivocado. No son los investigadores los intelectuales más importantes. Los intelectuales más importantes de un país moderno son los que nos enseñan a leer, a entender y comprender textos…” Y emocionado comentó “leer una historia de un hombre que amaba a los perros y llorar de gusto porque el libro es bueno, porque alguna vez un maestro o una maestra tuvo la paciencia, la capacidad y el dominio pedagógico para enseñarme a leer y hacer posible que mi vida fuera más rica”. Una de las grandes reivindicaciones de que los profesores de México son los intelectuales sin los cuales no hay conocimiento social. Si no hay capacidad de leer y comprender, preguntar y relacionar lógicamente, todos los demás niveles educativos. El magisterio nacional construye conocimiento y la inteligencia del país. Por eso no puede ser un objeto de reforma, tiene que ser un sujeto reformador.
¿Qué significa aprender?
Para hablar del aprendizaje como relación dialógica de docente y estudiante, el Dr. Gil Antón retomó de Kepler y Copérnico la imagen de la elipse como figura imperfecta en la realidad cognitiva para afirmar que “no hay un centro, sino dos focos en relación geométrica”. Es decir no hay un rol social que pueda establecerse sin la relación con el otro. Específicamente: no se puede ser profesor sin estudiante.
Siguiendo esta idea, Manuel Gil Antón aseguró que “La maravilla de la elipse como figura pedagógica es que pone a dos focos en relación y en consecuencia lo que tenemos es un docente que propone y un aprendiz que trabaja”, Y retomando el sentido de una Reforma educativa como proyecto ante la sociedad, de la escuela normal renovada que reconoce su pasado y se lanza hacia el futuro, apuntó que se requiere resignificar que “aprender es la relación siempre entre un docente y un aprendiz que trabaja, y a su vez el docente es un aprendiz y el estudiante es un docente que siempre enseña más de lo que pudiéramos reconocer”
Dos conceptos cruciales: infancia y alumno
Para Manuel Gil Antón, dos conceptos fundamentales para reflexionar, tanto los normalistas y como los docentes, son; infancia y alumno. Etimológicamente, la palabra infancia significa “quien no sabe hablar”, “el que no tiene voz”. Por eso requiere del padre o tutor. A manera de acotación señaló que “Cuan importante es para crítica de la Reforma y para la renovación del pacto pedagógico de la escuela normal, repensar lo que significa infancia” y cuestionó “¿En verdad infancia es la condición del que no sabe hablar?” Al referirse a la palabra alumno, señaló que hay una etimología incorrecta “el que no tiene luz”, más bien se refiere a “alo: el que requiere ser alimentado” Por tanto, es estudiante es “¿un ser sin voz al que hay que alimentar?”. Y cuestionó al público: “Dicho así: ¿es un proyecto pedagógico o es un proyecto de control?. En materia de formación docente la pregunta que me hago: ¿Y si en vez de considerar a la infancia (voz silente) la consideramos desde la crítica, que siempre hay voz, que siempre hay palabras y saber, que se convierte en palabra que se escribe y se hila en cadenas de sentido? Y si consideramos al alumno (que requiere alimento) pero sabe sembrar y dar alimento a quien está junto a él, en relación. Sin una reflexión a fondo, crítica de estas dos nociones, la relación entre los focos es unidireccional… e inútil para aprender”
Aprendamos de la Reforma Educativa (Sic)
Para Manuel Gil Antón existen 2 aspectos básicos de la reforma: La reorganización del pacto corporativo y de la administración del sistema escolar. Profundamente administrativa y laboral. Al respecto, centró la atención en la pregunta: ¿Cómo concibió la reforma administrativa al magisterio? “El magisterio es un infante porque no tiene voz y militarmente es un infante porque tiene que acatar órdenes. La infantería no manda, la infantería obedece. En palabras de Nuño: la infantería tiene que someterse a los designios de la evaluación. La reforma consideró al maestro objeto y no sujeto de la educación. Y por otro lado, como el magisterio no tiene luz (en la doble equivocación etimológica), porque es un alumno de la SEP… es un alumno rebelde de la SEP al que hay que identificar para quitarle las orejas de burro, que se les establecieron a todos sin distinción alguna, y que ha de ser alimentado por los que saben (unidireccionalidad)”
El doctor Gil Antón considera que el proyecto educativo de las escuelas normales en la formación de profesionales con dominio pedagógico debe partir de reconocer que: “Ni el formador de docentes está frente a mudos hambrientos. Y ni el docente en formación se está preparando para atender a mudos famélicos”, Porque “es imprescindible un proyecto educativo que cultive la relación entre dos hablantes que saben nutrirse y compartir (en las normales) para que sean profesionales con dominio pedagógico del contenido a enseñar. Es decir, en una relación de hablantes en distinta posibilidad de conocimiento”
Señaló además que: “Uno de los errores más graves y perversos de la reforma, es que decidió profesionalizar desde arriba al magisterio. Y si hay algo contradictorio es que se le profesionalice al que va a ser profesional… La profesionalización del magisterio es un asunto del magisterio, no puede ser un asunto que desde el poder se conceda. Por eso la Ley del Servicio Profesional Docente no puede ser un marco legal que genere crecimiento profesional al magisterio, más bien, es un sistema de control, que pasa por la penalización del trabajo, en condiciones de amenaza, porque según ellos: la amenaza produce calidad… La profesionalización de la docencia en las escuelas normales pasa por el respeto al dominio pedagógico del contenido a enseñar y descansa en la enseñanza como una relación”.
Renovación de las normales: un proyecto basado en la herejía
A diferencia del concepto de educación bancaria que promueven las autoridades, se requiere y es necesario abrir espacios para dialogar en torno a la herejía. En este sentido, Gil Antón argumenta que “Un proyecto educativo para las escuelas normales, tiene el reto de ser anormal (en el mejor sentido de la palabra), fundado en la relación entre hablantes, lectores, artesanos creativos coordinados, en todos los niveles de estudio, de generación de ambientes de aprendizaje”
Para el Doctor Manuel Gil Antón “El reto de la reforma educativa que México necesita, implica pensar en la especificidad de las escuelas normales como instituciones de educación superior y concebir desde la herejía que el aprendizaje es la relación que interpela y, por ende, construye sentido a la vida, porque reflexiona y crea espacios para aprender desde voces que se nutren.
¿Será factible un proyecto basado en la herejía? El propio Gil Antón responde: “Ojala… se juega mucho en conseguirlo”
Corolario: El magisterio como comunicador de la herejía.
El camino que nos queda por transitar ante la imposición, la soberbia, la cerrazón de las autoridades, es la herejía. No en el sentido de la herejía como: “error sostenido con pertinencia, sentencia errónea, disparate, acción desacertada, palabra injuriosa”. Sino en el sentido de hereje: “Persona que disiente o se aparta de la doctrina o normas de una institución, una academia, etc.” Es decir una persona que “no se ajusta al sentir o parecer de alguien”.
En este sentido, un maestro mexicano actual que transita en la herejía, disiente de la imposición de la mal llamada reforma educativa que le ha negado voz y voto sobre su trabajo, disiente porque “no se ajusta al sentir parecer” de las autoridades oficiales, educativas y sindicales que pretenden encasillarlos como simples ejecutores de una reforma que aún no es Educativa. Disiente porque su compromiso social con la educación pública le impulsa a comunicar la herejía.
Parafraseando al doctor Manuel Gil Antón: “La herejía nos permite reinvindicar el valor de la rebeldía y nos revela la dignidad del derecho a la palabra”.
Fotografía: irtodayblog[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_video title=”Video de la conferencia. Cortesía de Jorge Luis Solano.” link=”https://youtu.be/UzjX_NG9x60″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_video title=”Enlace del video de la sesión de preguntas y respuestas. Cortesía de Jorge Luis Solano.” link=”https://youtu.be/IZo1IuwqsT0″][/vc_column][/vc_row]