Por: Laura Poy Solano. La Jornada. 09/06/2018
México enfrenta una desprofesionalización de la labor docente, pues con la Estrategia de Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales, en el marco de la reforma educativa, se pretende convertir a las instituciones formadoras de maestros en instancia que preparen a los educadores para aplicar los planes y programas de estudio diseñados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuando la docencia es un proceso mucho más complejo, alertaron investigadores y especialistas.
Al participar en los foros “La investigación educativa ante el proceso electoral 2018”, organizados por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), Etelvina Sandoval de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN); Yazmín Cuevas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Rodolfo Ramírez Raymundo, del Instituto Belisario Domínguez, alertaron sobre el desmantelamiento de la estructura de formación continua de docentes, que “fue sustituida por programas masivos en línea que nada tienen que ver con la práctica pedagógica de los educadores”.
Reunidos para analizar los desafíos de la formación, actualización y prácticas académicas de los maestros de educación básica y media superior, señalaron la necesidad de trascender el concepto de “actualización, porque se trata en realidad de una formación continua que debe ser integral y no fragmentaria”.
Cuevas Cajiga, indicó que “asistimos a la desprofesionalización de la docencia, no sólo cuando se permite, con la aprobación de la reforma educativa, que cualquier egresado de una licenciatura pueda aplicar el examen de ingreso al Servicio Profesional Docente, sino que ahora vemos que los planes y programas de estudios de la formación básica, son los que están dictando cuál es la formación de maestros que se va imponer”.
Al respecto, Ramírez Raymundo, alertó sobre la necesidad de “romper con la esperanza de que una evaliuación del desempeño centralizada y a control remoto dará las bases para definir la formación inicial y continua de los docentes”, quien enfatizó que uno de los problemas de la citada evaluación es que “no podemos conocer el desempeño real de un maestros con este tipo de instrumentos indirectos, por lo que de sus resultados no se pueden generar programas de formación continua para los maestros”.
Sandoval alertó que con el “fin del monopolio de las normales como semilleros de maestros, como afirman la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, a lo que se suma la evaluación del desempeño, pareciera que la idea es tenemos que renovarlo todo, desde la formación inicial de los docentes hasta su formación continua”.
Si bien es importante replantear el papel de las normales y de la formación de docentes, “lo que está de fondo es una problema de política educativa que no toca ejes centrales como el control del Estado sobre las normales, a pesar de que se les exige que cumplan con funciones similares a las instituciones de educación superior, muchas de las cuales, son autónomas”.
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Fotografía: La Jornada