Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. ECO’s Rock. 4 de mayo de 2019
Carísimos lectores, henos aquí de regreso luego de una espléndidas vacaciones por tierras orientales muy lejanas, pero que cada vez estoy más convencido de la magnificencia de la cultura de países como son: China, Tailandia, Vietnam y por supuesto Japón, posiblemente en alguno de los otros espacios en donde tengo el privilegio de compartir lo que escribo, aparezca algo de esta nueva aventura.
Bien, a lo largo de nuestras acotaciones hemos abordado a un buen número de voces femeninas que se han distinguido por haber dejado una honda huella en la historia de la música, no solo del rock, sino también del jazz.
Recientemente hablamos de la Emperatriz del Soul, Gladys Knigth, luego lo hicimos acerca de la Reina del Soul, Aretha Franklin y hoy toca el turno de hacerlo de “Lady Ella”, “La Reina del Jazz” o “La Primera Dama de la Canción”, denominaciones que se ganó a pulso y que cualquiera de ellas le sienta a la perfección, pero al igual de lo platicado acerca de Gladys o Aretha, la diva de la que hoy estaremos charlando, también tuvo una infancia dolorosa, rodeada de pobreza.
Aunque esa pobreza económica con la que creció en su infancia, posteriormente llegó a convertirse en una riqueza, no necesariamente económica, sino artística y que también de la misma manera en que otros artistas lo han hecho, esta gran mujer del jazz, creó una fundación de ayuda humanitaria, de la cual hablaremos más adelante.
Los reconocimientos que obtuvo a lo largo de su carrera fueron muchísimos, inclusive, en la unión gaba, se creó en la ciudad de Los Angeles, California, en el año de 1976, el 11 de abril como el “Día de Ella Fitzgerald”, hace prácticamente un poco más de 43 años.
Así que ya te diste cuenta de que estamos hablando de Ella Jane Fitzgerald, mejor conocida como Ella Fitzgerald quien nació el 25 de abril de 1917 en Newport News, Virginia, Estados Unidos, y falleció en Beverly Hills, el aciago 15 de junio de 1996, lamentablemente debido a problemas cardiacos aunados a diabetes.
La adversidad estuvo presente en la vida de Ella, desde su temprana infancia. Su padre, William, y su madre, Temperance (Tempie), se separaron poco después de su nacimiento. Juntos, Tempie y Ella fueron a Yonkers, Nueva York, donde finalmente se mudaron con el novio de Tempie, Joseph Da Silva. La hermanastra de Ella, Frances, nació en 1923 y pronto comenzó a referirse a Joe como su padrastro.
Para mantener a la familia, Joe cavó zanjas y fue chofer de medio tiempo, mientras que Tempie trabajaba en una lavandería y hacía algo de catering.
Otra versión señala que en realidad William más bien abandonó a la familia y ello desencadenó aspectos tristes en la vida de la pequeña Ella, los cuales de alguna manera fueron paliados por su padrastro Joe.
Pero como los ingresos que percibían no eran suficientes, de manera ocasional, Ella tomaba pequeños trabajos para contribuir con dinero para el sostenimiento de todos, aunque al parecer Ella desconocía que en realidad era utilizada para recoger dinero de apuestas y entregándolo a quienes ganaban, esto le permitió hacer amistades fácilmente, pero su personalidad un tanto cuanto bravucona le hacia tener una apariencia de marimacho
y a menudo se unía a los juegos de béisbol del vecindario. Aparte de los deportes, le gustaba bailar y cantar con sus amigos, y algunas noches tomaban el tren a Harlem y veían varios actos en el Teatro Apolo.
Lamentablemente esa tranquilidad en la vida no duró mucho tiempo, pues cuando Ella tenía 9 años de edad, en 1932, su madre murió a consecuencia de un grave accidente de tránsito suceso que la afectó mucho, en consecuencia la niña se fue a vivir con su tía Virginia, pero otra desgracia ocurrió, pues su padrastro Joseph Da Silva falleció de un ataque al corazón, así que su hermanastra Frances también se mudó con Ella y la tía Virginia.
Ese cúmulo de desgracias tuvo como consecuencia problemas de comportamiento de Ella reflejados no solo en ausentismo escolar, sino también con la policía de tal suerte en que la mandaron a internar en un reformatorio del cual escapó en varias ocasiones.
Afortunadamente ello no amainó las inclinaciones artísticas de Ella y desarrolló un gusto por bailar y cantar cuando estaba en la escuela en cuyo club ingresó, también formó parte del coro de la Bethany African Methodist Episcopal Church. Y tuvo la oportunidad de aprender a tocar piano, en ese momento, gracias a la radio se hizo fan de Louis Armstrong aprendiéndose varias de sus canciones, tiempo después la vida le permitió cantar y grabar álbumes al lado de su héroe:
Por cierto que en el vínculo donde hallé este álbum me encontré este comentario de una mujer embarazada que me gustó mucho: “…Estoy tocando esto para el bebé que ahora mismo está en mi barriga…si es una niña la llamaremos Ella, y si es un niño, Louis…A mi marido (un músico) se le ocurrieron ambos nombres… ahora me pregunto si se trata de una coincidencia…”.
Cuando Ella tenía 15 de años de edad pudo escaparse definitivamente del reformatorio, pero eso fue justo en los años de la Gran Depresión gringa, seguramente quienes saben de resiliencia la pondrían como un ejemplo de una mujer que en esas circunstancias, no solo de depresión económica, sino también de discriminación y marginación hacia la mujer, pudo sobreponerse a la adversidad, es más Ella comenta en alguna entrevista que todo eso le ayudó a madurar y ya en plena carrera artística evocar esos recuerdos de una infancia-adolescencia difícil le ayudaron a ponerle mucha emoción a sus actuaciones porque sabía perfectamente lo que era luchar por la vida.
Ni siquiera la página oficial de Ella Fitzgerald nos dice ni el cómo ni el por qué, lo cierto es que en 1934 el nombre de Ella fue sacado en un sorteo semanal en el legendario Apollo Theater de New York y ganó la oportunidad de competir en la Noche de Aficionados. Ella fue al teatro esa noche planeando bailar, pero no contaba con que unas hermanas Edwards también bailaban muy bien y en ese momento Ella tomó la decisión que le cambiaría la vida: “cantar en lugar de bailar”, pero ¿qué cantar? La decisión de Ella fue cantar la rola Judy, lo hizo tan bien que para el final de la canción la gente le coreaba ¡otra, otra!
Pero eso no fue todo, esa noche fue tan afortunada para nuestra diva, pues en la banda de acompañamiento se encontraba en gran saxofonista y arreglista Benny Carter quien impresionado por su talento la introdujo en el mundo de la música y de ahí surgió una gran amistad:
https://www.youtube.com/watch?v=9OugPxLQf68
Ella recuerda esa noche: “…Una vez allí, sentí la aceptación y el amor de mi público…Supe que quería cantar ante la gente por el resto de mi vida…”.
La gente ya la había comenzado a conocer y la impulsó pata que participara y ganara otros concursos de talento, en uno de ellos (enero de 1935) ganó la oportunidad de actuar durante una semana con la banda Tiny Bradshaw en el Harlem Opera House. Fue allí donde Ella conoció al baterista y director de orquesta Chick Webb. Aunque su voz le impresionó, Chick ya había contratado al cantante Charlie Linton para la banda. Le ofreció a Ella la oportunidad de probar con su banda cuando tocaron en un baile en la Universidad de Yale. Y ahí Chick Webb sentenció: “…Si a los niños les gusta, te quedas…”. Como bien podrás imaginarte, así fue y Ella logró su primer contrato ganando tan solo $12.50 USD a la semana.
Ya en el lejano –para muchos de nosotros- año de 1936, la Fitzgerald obtiene su primer contrato para grabar con una compañía disquera, el sello Decca y en paralelo seguía cantando con la banda de Chick Webb, teniendo actuaciones regularmente en el Harlem’s Savoy Ballroom, lamentablemente el destino de Webb prácticamente estaba escrito desde su infancia ya que padeció de tuberculosis de la columna vertebral, que ocasionó que ésta se le deformara y por consiguiente su estatura física –mas no artística- se quedara trunca, como consecuencia de ello, Webb fallece el 16 de junio de 1939, trayendo con esto una desgracia más en la vida de Ella. Pero esa desgracia se convirtió de hecho en el pilar de su exitosa carrera, antes de llegar a ese punto, te diré que a Chick Webb no solo se le debe el haber impulsado a Ella Fitzgerald, sino que también fue el creador del concepto de “la Batalla de las Bandas”, formato musical que consistía en un enfrentamiento o batalla de dos bandas importantes, además de la de Webb, en un mismo escenario:
Bien, al fallecer Webb, Ella Fitzgerald toma el liderazgo de la banda a la cual inclusive se le llega a cambiar al nombre y a lo largo de algunos años se convierte en “Ella Fitzgerald and Her Famous Band”.
Lamentablemente el panorama artístico de Ella que parecía prometedor, personalmente no lo era así, se cuenta que las desgracias en la vida de Ella, a pesar de su aparentemente valentía mencionada líneas arriba, en realidad escondían a una mujer un tanto cuanto frágil; para su desgracia se enamora de un tipo de nombre Benny Kornegay, quien era un trabajador portuario que la había estado cortejando, pero resulta que el tal Benny era una ficha pues tenía antecedentes penales, afortunadamente al darse cuenta de su error, Ella llega a anular el matrimonio. Posteriormente, su vida sentimental logra una mejoría y se enamora y se casa con otro gran músico del jazz, el bajista Ray Brown, con él permanece casada hasta el año de 1952, pero a lo largo de ese tiempo no solo adopta al hijo que Ray había procreado previamente, Ray Jr., sino que su carrera se consolida y al final de esa relación matrimonial, perdura una relación amistosa.
Así que a partir de ese momento, ya podemos decir que la vida de Ella comenzaba a tener el éxito en varios aspectos que ella se merecía.
Como Ray Brown trabajaba con el productor y director Norman Granz, cuando Norman conoce a Ella, intuye que su talento le permitiría convertirse en una estrella internacional y la convence para que trabaje con él.
Ahí comienza su fructífera relación con Louis Armstrong, al igual que es impulsada en programas de televisión como los de: “The Bing Crosby Show,” “The Dinah Shore Show,” “The Frank Sinatra Show,” “The Ed Sullivan Show,” “The Tonight Show,” “The Nat King Cole Show,” “The Andy Willams Show” and “The Dean Martin Show”.
Los éxitos musicales de Ella se comienzan a presentar uno detrás de otros, su interpretación de canciones de compositores de la talla de Cole Porter, Duke Ellington, the Gershwins, Johnny Mercer, Irving Berlin, y Rodgers & Hart.
Es más de qué tamaño fueron sus versiones que en un momento dado Ira Gershwin llegó a declarar: “…”Nunca supe lo buenas que eran nuestras canciones hasta que oí a Ella Fitzgerald cantarlas…”.
Considero que ya tenemos una idea de lo magnífica que fue esta gran cantante del jazz, que también en su forma de interpretarlo, tiene un sitio al lado de otras grandes del jazz como son Billie Holiday y Sarah Vaughan.
La tesitura de la voz de Ella Fitzgeral era de mezzosoprano en un rango de tres octavas –ya en otras acotaciones hemos hablado de los rangos vocales-, pero tenía otra habilidad, el scat: se trata de un tipo de improvisación vocal, generalmente con palabras y sílabas sin sentido:
A lo largo de su vida, otros reconocimientos, además de los comentados inicialmente, que Ella recibió fueron, entre otros: trece premios Grammy, más otro por su trayectoria artística. Así mismo el del Centro Kennedy para las artes; la primera Society of Singers Lifetime Achievement Award, llamada “Ella” en su honor; Medalla Presidencial de la Libertad, y el UCLA Spring Sing; en la ciudad de la Universidad del Sur de California, recibió el Premio USC “Magnum Opus” que cuelga en la oficina de la Fundación Caritativa de Ella Fitzgerald; finalmente, en 1990 recibió un doctorado honorario en Música de la Harvard University.
La discografía de esta genial cantante es muy extensa, al igual que lo que pasa con otros grandes del jazz, este especio sería insuficiente para ponértelo completo, pero te puedo decir que se puede resumir de esta manera:
En la década de los 50’s, llegó a grabar 18 álbumes, produciendo hasta 4 discos en 1957.
En la década de los 60’s, llegó a grabar 22 álbumes, con 5 en 1963.
En la década de los 70’s, llegó a grabar tan solo 9 álbumes.
En la década de los 80’s, tan solo grabó 7 álbumes.
Su producción de álbumes en vivo también es extensa, 30 álbumes, de los cuales 5 salen a la venta de manera póstuma.
Dentro de sus álbumes en vivo y es precisamente el que escogí de mi discografía para esta acotación, se encuentra el que grabó en al año de 1975 en el Festival de Jazz de Montreaux.
Desafortunadamente no está a la disposición en You Tube, pero en cambio te pongo este que también está grabado en vivo en dicho festival, aunque en 1969:
Hablar del Festival de Jazz de Montreaux, es hablar de uno de los festivales que inicialmente fueron de jazz, pero que con el devenir del tiempo se convirtió en un referente de la música, no solo del jazz, sino también de otros géneros como el rock, que inclusive, debes recordar que Deep Purple en su rola “Smoke On The Water” hace mención a esa ciudad Suiza. Dicho festival fue creado en 1967 por un grupo de personas lideradas por Claude Nobs y para nuestra fortuna, no obstante el fallecimiento de Claude en el año de 2013, a la fecha continúa y uno de mis grandes sueños es poder asistir a alguno de esos festivales en el futuro.
Bien, el álbum que nos ocupa, tan solo tiene una duración –para tratarse de un álbum en vivo- de 41’35”, distribuidos de la siguiente manera:
Lado A:
“Caravan” (Duke Ellington, Irving Mills, Juan Tizol) – 2:20
“Satin Doll” (Ellington, Johnny Mercer, Billy Strayhorn) – 2:37
“Teach Me Tonight” (Sammy Cahn, Gene DePaul) – 4:27
“Wave” (Antônio Carlos Jobim) – 5:02
“It’s All Right With Me” (Cole Porter) – 2:49
“Let’s Do It, Let’s Fall in Love” (Porter) – 5:29
Lado B:
“How High the Moon” (Nancy Hamilton, Morgan Lewis) – 6:20
“The Girl from Ipanema” (Vinícius de Moraes, Norman Gimbel, Jobim) – 6:49
“Tain’t Nobody’s Bizness If I Do” (Porter Grainger, Everett Robbins) – 5:42
La alineación de músicos que dieron este concierto el 17 de julio de 1975 en Montreaux, Suiza fueron los siguientes:
Obviamente Ella Fitzgerald en la voz líder, quien se hizo acompañar por el Trío de Tommy Flanagan, integrado por Tommy Flanagan en el Piano; Keter Betts en el bajo y por Bobby Durham en la batería.
Como bien puedes apreciar no obstante se trata tan solo de 9 rolas las que integran este disco, Benny Green, quien hace los comentarios del álbum menciona que: “…el repertorio musical es de canciones muy conocidas…”.
Como dato adicional te diré que en la discografía de Ella Fitzgerald en vivo, hay 4 conciertos en el Festival de Montreaux y también te diré que prácticamente cualquier cosa que veas que lleva el nombre este festival, lo puedes comprar “con los ojos cerrados” pues tendrás un verdadera joya musical entre tus manos.
Para cerrar esta acotación, van dos aspectos importantes en la vida de Ella Fitzgerald.
El primero de ellos es que Norman Grantz, el manager de Ella, tenía un gran interés por los derechos civiles y exigía un trato igualitario para sus músicos, independientemente de su color. Norman se negó a aceptar cualquier tipo de discriminación en hoteles, restaurantes o salas de conciertos, incluso cuando viajaban al sur. Una vez, mientras estaba de gira por la ciudad de Dallas, Texas, un escuadrón de policía irritado por los principios de Norman irrumpió entre bastidores para molestar a los artistas. Entraron en el camerino de Ella, donde los miembros de la banda “Dizzy Gillespie e Illinois Jacquet” estaban jugando a los dados, y arrestaron a todos.
Esta experiencia marcó la vida de Ella Fitzgerald quien también se convirtió en defensora de los derechos civiles de los afroamericanos, de tal suerte en que, y este es el segundo aspecto importante, en 1993 crea la “Fundación Caritativa Ella Fitzgerald” con el fin de satisfacer sus deseos de utilizar los frutos de su éxito para ayudar a personas de todas las razas, culturas y creencias. Ella esperaba hacer sus vidas más gratificantes, y quería fomentar el amor por la lectura, así como el amor por la música. Además, esperaba proporcionar asistencia a los miembros en riesgo y desfavorecidos de comunidades de USA, con una asistencia que les permitiera lograr una mejor calidad de vida.
Hoy en día, dicha fundación busca continuar las metas de Ella Fitzgerald haciendo donaciones caritativas que sirvan a cuatro áreas principales de interés: 1) crear oportunidades educativas y de otro tipo para los niños; 2) fomentar el amor y el conocimiento de la música, incluida la asistencia a los estudiantes de música; 3) la provisión de atención médica, alimentos, refugio y asesoramiento a los necesitados;
4) áreas específicas de atención médica e investigación con énfasis en la diabetes, los problemas de la visión y las enfermedades cardíacas.
Quizá te preguntes el por qué del punto 4, la razón es que precisamente esos fueron los padecimientos que ocasionaron el fallecimiento de esa estrella.
Para terminar, permíteme invitarte nuevamente a entrar en mi página de FB, ECO’s Rock, en donde a partir de las 11:00 am de este sábado 4 de mayo tendrás el clásico aperitivo musical y después, fotos de impacto de Aleyda Gatell, de ECO’s Rock y de Odiseo; pintura con Pato Rascón; música con El Fausto, Mare Advertencia Lírika, y los pianistas Jesús Lepe y Argentina Durán; el poeta Eric Urías Romero y sus cuasi poemas; Güiris J. Fry te hablará de cine, seguiremos con la columna Psicoterapia Intensiva de Rock en la que Daniel Suárez te hablará de “Javier Bátiz” y con este Cirrus Minor que acabas de leer ¡disfrútenlos!
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Fuente:
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Fotografías: Pinterest y ECO’s Rock